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Tribuna:Circuito científico
Tribuna
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El cautiverio de la ciencia Jesús Villar

La investigación es el pilar básico para el desarrollo científico y tecnológico porque conduce a la adquisición de nuevos conocimientos y nuevos principios. Carl Sagan decía que, sin progreso científico, no hay esperanza para crear riqueza o mejorar nuestras vidas, ni para mantener nuestras libertades contra la tiranía. Es paradójico que viviendo en una sociedad absolutamente dependiente de la ciencia y de la tecnología casi nadie entienda de ciencia.Los líderes europeos reunidos en Lisboa han aprobado un programa de reformas para desarrollar una sociedad basada en el conocimiento y activar la Europa del bienestar. En esa carrera de más ciencia para todos, España tendrá que cambiar mucho para seguir el ejemplo de Alicia en el País de las Maravillas: si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido. España es uno de los países que menos ciencia crea de Europa; sólo dedica el 0,9% de su PIB a financiarla, menos de la mitad de la media europea y casi cuatro veces menos que Taiwan. El último Premio Nobel obtenido por un científico español fue en 1906, por Ramón y Cajal, y, según la revista Science, no existe ningún español en la lista de los 50 científicos europeos más relevantes para los próximos 25 años. Mientras que contados investigadores extranjeros eligen España para formarse, el flujo de investigadores españoles hacia otros países no ha parado desde los años cincuenta. Menos del 10% del profesorado universitario español investiga (para la mayoría, la tesis doctoral fue el único capítulo de su historia científica). Si bien el 35% de la producción científica española publicada en revistas internacionales procede de los hospitales, es lamentable que éstos no tengan un presupuesto para investigación y que más del 70% de nuestros médicos hospitalarios no tengan una mesa y una silla. Los esquemas de organización militar que aún perduran en los departamentos universitarios y hospitalarios españoles hacen muy difícil que se favorezca y garantice la movilidad y la formación de quienes deciden dedicarse a investigación, ya que en muchos casos, el catedrático, jefe de servicio o director castra cualquier iniciativa científica.

España necesita un Ministerio de Ciencia y Tecnología que dignifique la investigación y el desarrollo tecnológico mediante un plan organizado, con continuidad, y coordinando los fondos y esfuerzos de los organismos con responsabilidades científicas. Estamos de enhorabuena. En el próximo Gobierno de la nación, el presidente Aznar está decidido a crearlo. Al parecer se llamará Ministerio de Innovación, un nombre bastante inadecuado que suena más a ministerio de novedades que a lo que la sociedad española consideraba desde hace tiempo como una asignatura pendiente. España, en donde abundan tanto los innovadores como los reinventores de la rueda, es uno de los pocos países de la OCDE que no tienen un Ministerio de Ciencia y Tecnología. Y así nos va. El intelectual y el científico son figuras ridiculizadas en nuestra tierra. En repetidas ocasiones, investigadores de dentro y fuera de España han denunciado que los responsables de la ciencia en nuestro país no sean científicos. Que España gaste en investigación el 0,9% de su PIB, uno de los índices más bajos de los 40 países más industrializados, es para llorar. No sólo nuestro PIB es mucho menor que el de la mayoría de los países de la OCDE, sino que en este porcentaje está incluido lo que se dedica a investigación militar y lo que cede el Ministerio de Industria y Energía a las empresas para sostener su investigación. Lo que en realidad gastamos en financiar todas las actividades de investigación es un tercio del total: menos de 5 pesetas por persona y día, el precio de un caramelo. Si la ineficacia y el sectarismo se imponen entre los políticos, y la falta de visión, la inadecuada preparación y los intereses de grupo dominan en los miembros de la comunidad científica, la ciencia española perderá irremediablemente la oportunidad de ser considerada en los foros internacionales. Sin apoyo a la investigación científica no existirá el mañana para la ciencia Made in Spain. Creo que deberíamos hacer más, que podríamos hacerlo mejor, y además tengo la esperanza de que lo haremos mucho mejor.

Jesús Villar es director de la Unidad de Investigación del hospital Nuestra Señora de Candelaria, de Tenerife.

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