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PP y CiU acercan posiciones para un acuerdo en el debate de investidura

Francesc Valls

Convergència i Unió (CiU) tan sólo necesita obtener del Partido Popular (PP) su plena disposición a incrementar los recursos financieros de la Generalitat para que los nacionalistas se decidan a votar a favor de la investidura de José María Aznar. De momento, este viernes se reunirá una comisión de ambas formaciones políticas, creada exclusivamente para abordar los asuntos económicos y que presidirá por parte catalana el consejero de Economía, Artur Mas.En cada negociación, PP y CiU van allanando el camino para alcanzar un acuerdo para el debate de investidura. Los contactos entre ambos partidos no se reducen a las entrevistas en directo, sino que las llamadas telefónicas se suceden día tras día. Nacionalistas y conservadores han decidido crear dos comisiones: una referente a los temas de autogobierno y la otra de carácter financiero. La primera se reunió el pasado lunes por primera vez, y la segunda lo hará este viernes. De momento, los nacionalistas remitirán al PP un informe técnico sobre la forma de incrementar el techo competencial de Cataluña sin modificar ni una coma la Constitución y el Estatuto.

Estrategia de Pujol

"El salto cualitativo que hay entre la abstención y el voto a favor depende tan sólo del compromiso de mejorar la financiación de la Generalitat", señaló ayer un miembro de la delegación catalana que participa en las reuniones. CiU es consciente de que las negociaciones para el nuevo modelo de financiación, que debe entrar en vigor el 1 de enero de 2002, no se producirán hasta dentro de unos meses, por lo que ahora la coalición nacionalista se conformaría con un serio compromiso del PP. Un punto de partida podría ser el plan Zaplana. De momento mañana, jueves, se entrevistan en Tortosa Jordi Pujol y Eduardo Zaplana, presidente de la Comunidad Valenciana.

El principal escollo en las engociaciones podría producirse por la voluntad del Partido Popular de pactar el nuevo modelo de financiación con el Partido Socialista. No obstante, fuentes de CiU señalaron ayer que el diálogo con los conservadores es fructífero: "No es una escenificación teatral".

Aunque una parte de Convergència -el sector más soberanista- no está por la labor de apoyar a José María Aznar, y menos con su mayoría absoluta, el domingo Jordi Pujol ya intentó convencer a los cuadros de su partido de que la mejor estrategia pasa por un diálogo serio y permanente con el PP y evitar, a toda costa, enrocarse en Cataluña hacia posiciones más nacionalistas mediante una alianza con Esquerra Republicana.

Pero si Pujol consigue arrancar al PP un nuevo modelo de financiación, el presidente lo tendrá fácil para que el consejo nacional de Convergència ratifique el acuerdo para votar afirmativamente en la investidura de Aznar.

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