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BMW cifra en 765.000 millones el coste de su fracaso en Rover

El grupo BMW calcula que el coste total que ha supuesto el fracaso de sus planes en la emblemática firma británica Rover durante seis años asciende a 9.000 millones de marcos (765.000 millones de pesetas). Como consecuencia, las provisiones extraordinarias realizadas, 524.000 millones de pesetas (3.150 millones de euros), han situado las pérdidas del grupo en 1999 en 413.801 millones de pesetas. Sin Rover, BMW habría ganado 110.000 millones (663 millones de euros).

"No ha sido posible. La estrategia planeada desde1994 para incorporar la clase media y baja del Reino Unido en el grupo BMW a través de la marca Rover no ha tenido éxito". Con estas palabras presentó ayer el presidente de la firma alemana, Joachim Milberg, los resultados obtenidos durante el ejercicio correspondiente al año 1999. En él, la marca de Baviera ha batido todas las cifras de facturación y beneficios. Pero las cifras se han visto empañadas por los resultados de su filial británica, Rover, que finalmente han decidido abandonar.El coste total de su presencia en Rover Cars, iniciada en 1994, será de unos 9.000 millones de marcos alemanes (765.000 millones de pesetas), incluida la compra de la firma británica y, como consecuencia, el capital se reducirá un 40% al pasar del 21% al 10,5% y quedar finalmente en 3.992 millones de euros (664.212 millones de pesetas). El consejo de administración ha decidido sin embargo mantener el reparto de un dividendo de 0,40 euros para las acciones ordinarias y de 0,42 para las preferentes. El capital destinado a dividendos es de 269 millones de euros.

"Lamentamos profundamente lo que ha ocurrido pero después de hacer todo lo que estaba a nuestro alcance con todas nuestras fuerzas y tras analizar la evolución de los últimos meses y los presupuestos para el 2000 y los próximos años, hemos llegado a la conclusión de que no sería responsable nuestra continuidad empresarial en Rover" señaló Milberg, para quien los únicos errores que podía haber cometido la dirección de BMW es "haber sobrevalorado la fuerza de la marca Rover".

Por su parte, el director financiero del Grupo BMW, Helmut Panke, insistió en que "al final son los compradores británicos los que deciden con sus compras y las reservas hechas y las previsiones de venta para este año son las que nos han llevado a tomar esa decisión [vender Rover a la sociedad Alchemy, una sociedad sin experiencia en el sector] el mes pasado". Las ventas de Rover en el Reino Unido cayeron un 32% en 1999.

Los directivos de BMW no perdieron la ocasión de criticar el peso de la libra esterlina -fuera del euro- respecto a la cual hicieron unas previsiones de valoración de 2,8 marcos por libra para 1999 cuando se han producido cambios de 3,2 marcos por libra. La carga adicional que han sufrido por este capítulo ha sido de 360 millones de euros. Milberg desmintió, en ese sentido, haber engañado al Gobierno británico respecto a su permanencia en el país: "Les hemos estado advirtiendo durante todo el tiempo de las consecuencias de mantener una libra tan alta y de la repercusión que eso tenía en una explotación como la de Longbridge".

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