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Entrevista:PASCUAL CEBOLLADACRÍTICO CINEMATOGRÁFICO

"La primera proyección se hizo en el hotel Rusia"

A lo largo de un siglo de vida, los madrileños se han rendido ante él. A pesar de los grandes cambios que ha experimentado el cine en Madrid, y de los riesgos e incomodidades que algún día representó, sus habitantes se le han entregado de manera incondicional. Desde las primeras proyecciones en barracas de madera a finales del siglo pasado, hasta las cómodas salas múltiples de hoy en día, el cine de esta ciudad se ha mantenido vivo, según cuentan el crítico de cine Pascual Cebollada y la periodista Mari G. Santa Eulalia, quienes han indagado sobre los orígenes del cine en Madrid y su evolución hasta hoy. De ello hablan en el libro Madrid y el Cine, ahora en la imprenta de la Comunidad de Madrid. El libro se gestó en los altos de un edificio de la calle de Alberto Aguilera, al lado de donde por años se ubicó un cine tradicional en la historia del cine madrileño, La Flor, hoy Conde Duque. Además de los cambios sufridos por algunas salas tradicionales, como el Rialto, el libro cuenta los riesgos que implicaba ir a los cines de madera que se prendían fácilmente o cómo las salas recurrían a organilleros y orquestas que animaban las proyecciones, durante la época del cine mudo.Pregunta. ¿Cómo fue la primera proyección?

Respuesta. Oficialmente, fue en los bajos del Hotel Rusia, en la Carrera de San Jerónimo, en 1896. Los hermanos Lumière mandaron un proyeccionista. Era una sala acondicionada. El cine se veía en lugares incómodos, con riesgo.

P. ¿Qué se proyectaba entonces?

R. El cine era el gran juguete de principios de siglo. Se proyectaban imágenes reales: bomberos apagando un incendio, un viaje de los reyes o la gente al salir de misa. Luego se percataron de que era un gran negocio y comenzaron a hacer historias con cierto argumento.

P. ¿Cómo se hacía el cine?

R. Los primeros aparatos eran tomavistas. En el día tomaban el relevo de guardias en palacio o la salida de misa de las Calatravas y por la noche se proyectaba. Era celuloide pero no tenían técnica. Era un juguete nada más.

P. ¿Y la censura?

R. Durante la República era vergonzoso ver gente muriéndose de hambre. Una de las primeras víctimas de la censura fue Las Hurdes de Buñuel. También Viridana, pero más tarde se proyectó.

P. ¿Cómo ha cambiado?

R. Primero fueron las barraquitas de madera con techo de lona. Luego se acondicionaron grandes salas donde organilleros y orquestas tocaban en vivo. Hacia los setenta estaban en boga los cines de arte y ensayo, con películas en versión original. Luego las grandes salas fueron cambiando a salas pequeñitas.

P.¿A qué responde este proceso?

R. A razones comerciales. Se pueden proyectar más películas, hay más variedad y es cómodo. Hay diez o veinte opciones, algunas comerciales, otras no y se puede escoger.

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