Renfe amenaza con despedir a la cúpula sindical de los maquinistas y expedientar a 934 huelguistas

El pulso entre Renfe y el Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (SEMAF) ha entrado en una fase cargada de amenazas y tensiones mientras los usuarios continúan sufriendo los efectos de una huelga que en la noche del viernes dejó de ser legal. Más de 200.000 viajeros se quedaron ayer en tierra en toda España, al suspenderse el servicio de trenes de largo recorrido y cercanías en numerosas capitales de provincia. Cataluña, Asturias, la Comunidad Valenciana y Madrid padecieron especialmente los efectos del paro, ya que más de la mitad de los recorridos fueron anulados.Ante esta situación, el director de Recursos Humanos de Renfe, Juan Fernández, anunció ayer la intención de la compañía de "despedir a todos los maquinistas que hayan coaccionado a otros compañeros" para que no fueran a trabajar así como la apertura de "expedientes sancionadores" a quienes se han dado de baja por enfermedad coincidiendo con la huelga, "siempre que los inspectores de Trabajo puedan demostrar que estos trabajadores se encuentran bien". Un total de 934 maquinistas -de una plantilla de 5.800- secundó ayer una huelga que entró en su séptimo día y que fue convocada para conseguir aumentos de sueldo (unas 800.000 pesetas anuales) y un estatuto profesional propio. Desde el pasado viernes, 934 conductores alegaron enfermedad para no acudir al trabajo.

La compañía ha iniciado los procesos judiciales necesarios para acabar con "la huelga ilegal" convocada por el SEMAF, "la más inesperada y brutal" que ha conocido Renfe, según Fernández. "Nunca hasta ahora se habían incumplido los servicios mínimos. Los maquinistas se han situado al margen de la ley y de la Constitución. Estamos ante un chantaje al que la compañía no se va a someter", añadió.

Las huelgas en servicios públicos requieren un preaviso con diez días de antelación ante la empresa y en el Ministerio de Fomento. La compañía ferroviaria estudia abrir procesos penales contra los piquetes de trabajadores por alteración del orden público, amenazas y coacciones a sus compañeros, además de por el incumplimiento de los servicios mínimos.

En medio de este bronco panorama, los líderes del SEMAF mantienen su desafío. El coordinador de los convocantes de la huelga, Juan Jesús García, manifestó ayer que el paro continuará indefininidamente, informa Marcia Cevallos. "El servicio continuará paralizado hasta que la dirección de la empresa acepte nuestras demandas", dijo.

Sin embargo, a última hora de ayer se abrió una puerta a la negociación. La dirección de Relaciones Laborales de Renfe citó para hoy a las diez de la mañana a los representantes del SEMAF adelantando una reunión prevista para la tarde. Juan Muñoz, portavoz del sindicato de maquinistas mostró su satisfacción por "el talante negociador" del director de Renfe, Miguel Corsini, al convocarles a la cita. Muñoz agregó que ante la perspectiva de un "país paralizado" era obligado buscar medidas para acabar con la situación, e hizo votos para que la reunión fuera larga. "Eso sería una buena señal de que se está llegando a un acuerdo", señaló el portavoz del SEMAF.

En cualquier caso, ante la posibilidad de que siga la huelga, representantes de la compañía en todas las comunidades autónomas se reunieron ayer con los delegados del Gobierno para buscar transportes alternativos y que la incidencia de los paros sea lo menor posible. Desde Madrid se fletó ayer un centenar de autobuses que paliaron levemente los efectos del paro. De los 104 trenes de largo recorrido, sólo circularon 16 (el 15%). En los regionales, el porcentaje fue del 49% y en los de cercanías, cuyo paro dificultó gravemente la llegada al trabajo a casi 600.000 personas, fue ayer del 36%. En toda la red española sólo circularon ayer 788 de los 2.145 trenes previstos. Hasta las 13.00 horas sólo funcionaron 314 trenes y 934 maquinistas secundaron la huelga, según los datos facilitados por Fernández. La compañía ha anunciado que reconsiderá los expedientes que tramita contra los maquinistas si estos vuelven al trabajo

Los maquinistas se niegan a calificar a la huelga de "ilegal". Aseguran que se trata de una "paralización abierta y espontánea", pese a que fue resuelta la noche del sábado en asambleas en toda España. "Sólo los jueces podrán determinar que esta paralización ha sido ilegal", dijeron. Desmienten la versión de la empresa de que centenares de trabajadores se han declarado enfermos para protegerse de las consecuencias legales de la paralización: "Los que están de baja, están realmente enfermos", aseguró García.

Para los sindicatos, la paralización del servicio de trenes ha sido total en el primer día de huelga salvaje. Y, según dijeron, los escasos servicios que funcionaron, en algunas rutas del Ave y del Talgo, los condujeron gente que no pertenece al grupo de maquinistas "y que no garantizan la seguridad de los viajeros".

4.000 millones en pérdidas

En los tres días de huelga salvaje más de 500 maquinistas han alegado baja por enfermedad para no acudir a su puesto de trabajo. La compañía ferroviaria abrirá también expedientes disciplinarios internos a todos los trabajadores que no hayan cumplido los servicios mínimos. Juan Fernández aseguró que la compañía se ha puesto en contacto con la inspección de la Seguridad Social y la inspección médica de la propia Renfe para que comprueben las bajas.

La compañía ferroviaria calculó ayer en unos 4.000 millones de pesetas las pérdidas directas como consecuencia de la huelga. Según Juan Fernández, ayer se vieron afectados 207.000 viajeros, de los que 140.000 correspondieron a la Comunidad de Madrid, "el punto donde Renfe tiene más problemas, porque es donde se encuentra el núcleo duro del sindicato". "También estamos teniendo graves repercusiones en Valencia y Asturias. El resto funciona mejor", comentó el director de Recursos Humanos.

SEMAF, el sindicato de los huelguistas, sólo representa al 50% de los maquinistas que trabajan en Renfe.