_
_
_
_
_
Copa de Europa

El Barça sufre para asegurarse la final

Los azulgrana buscarán ante el Kiel alemán su sexto título del máximo torneo continental

La caída de los cielos fue brutal para el Barcelona. El equipo azulgrana había rozado la perfección en la segunda parte de la ida de las semifinales de la Copa de Europa el pasado sábado en el Palau Blaugrana. Sin embargo, el partido de vuelta le devolvió a la cruda realidad. Y demostró que la distancia que le separa del Celje Pivovarna esloveno no es la que desvelaba la ventaja de 14 goles (39-25) que el Barça había logrado en la ida.El Barça evitó el desastre, amparado en la calidad de su portero Thomas Svensson, y alcanzó la final de la Copa de Europa por quinto año consecutivo. Pero el último trayecto resultó mucho más duro de lo esperado. El Celje no se rindió, saltó a su pista con la determinación de ganar y, con el apoyo de su público (que lanzó objetos a la pista en varias ocasiones), llegó a situarse a sólo seis goles de salvar la eliminatoria.

Athletic: Lafuente; Larrainzar, Alkorta (Ferreira, m

45), Carlos García, Felipe (Sívori, m. 81); Urrutia, Alkiza; J. Etxeberria, Guerrero, Tiko (Edu Alonso, m. 65); y Urzaiz.Sevilla: Olsen; Héctor, Marchena (Jesuli, m. 45), Hibic, Tabaré, Nando; Quevedo, Ángel, Juric; Juan Carlos y Zalayeta (Olivera, m. 70). Goles: 1-0. M. 38. Espléndida internada de Tiko por la izquierda hasta la línea de fondo, se deshace de dos jugadores, centra y Etxeberria marca empalmando de primera a la carrera.. 1-1. M. 74. Jesuli se cuela entre varios defensas del Athletic y su pase lo aprovecha Juan Carlos, que remata bajo y cruzado ante la salida de Lafuente. Árbitro: Rodríguez Santiago. Amonestó a Alkiza, Héctor y Tabaré. Unos 35.000 espectadores en San Mamés.

Esa situación se produjo a cinco minutos del final del partido, cuando el marcador ofrecía una ventaja de ocho goles al grupo local (25-17). Fueron momentos de cierta confusión y de preocupación entre los azulgrana. Sin embargo, tanto Valero Rivera, entrenador del Barça, como Sead Hasanefendic, técnico del Celje, sabían que no quedaba tiempo para cambiar el desenlace de la semifinal.Y entonces, un exceso de prisa y de ansiedad de los eslovenos provocó una doble exclusión local que cerró antes de tiempo el partido y la eliminatoria.

El verdadero Celje

Esta vez, sin embargo, el Celje sí dejó la imagen real de sus posibilidades. El Barça intentó frenar el ritmo del partido, alargando sus ataques y fortaleciendo su defensa, pero nada funcionó con la perfección de la semana anterior. El planteamiento de un defensa adelantado clavado en el centro fue desbaratado por los eslovenos, que abrieron espacios y entraron con cierta comodidad hasta los seis metros.

Por otra parte, al Barcelona le costó marcar con defensa formada, un problema que se viene arrastrando por la falta de lanzadores desde los nueve metros. Y los contraataques, el arma crucial del equipo de Rivera, encontraron un acertada réplica en la pericia de Dejan Peric (portero local) o en el rápido repliegue del Celje. Los eslovenos adquirieron ya una ventaja de seis goles (12-6) a falta de seis minutos para el descanso. Ahí comenzaron realmente los temores del Barça. Pero ahí también se inició la reacción de los baluartes: Masip, Cavar, Iñaki, Guijosa, Ortega y Svensson.

El Barça salvó la eliminatoria por experiencia y por la incuestionable aportación de su portero Svensson, que mermó la euforia de los lanzadores del Celje. Ahora Rivera tiene la posibilidad de ampliar a 57 sus títulos personales, y de elevar el doble récord que ya posee el Barça en la Copa de Europa: ganar la quinta consecutiva y la sexta en total. Su último rival será el Kiel de Alemania, a pesar de que ayer perdió en la pista del Badel Zagreb por 22-13. En la ida los alemanes se habían impuesto por 32-21.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_