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El estudio cree preciso duplicar las becas y que no suban las tasas El Estado debe conceder préstamos sin intereses a los alumnos, propone el texto

España concede menos becas a los universitarios que la media de la UE. Por ello, el informe Bricall propone que se duplique el número de becas y ayudas a los alumnos y que no suban las tasas. Actualmente tiene becas el 17,3% de los estudiantes. El informe sugiere que en los dos primeros cursos éstas aumenten al 40%, y que en los últimos se combinen un 10% de becas y otro 30% de un nuevo tipo de ayudas, los créditos-renta, sin intereses y a devolver cuando el alumno trabaje y sus ingresos alcancen la renta per cápita nacional.

Éstas son las principales propuestas económicas que afectan a los alumnos: - Becas y préstamos. El importe medio actual de las becas es de 225.000 pesetas por curso. El informe señala que esta cantidad es insuficiente y que se debería aumentar a 400.000 pesetas de media. Propone, además, poner en marcha un programa piloto de créditos-renta para el 30% de los alumnos de los últimos cursos. Cada uno sería de unas 600.000 pesetas por año. Tanto las becas como los préstamos cubrirían los costes indirectos del alumnado (tasas, residencia, transporte, compensación de pérdida de ingresos). Otro objetivo de la propuesta es favorecer la movilidad de los estudiantes entre universidades.

El documento rechaza implícitamente el actual sistema de créditos promovidos por el Gobierno, que facilitan entidades bancarias a los estudiantes universitarios a un bajo interés, pero que éstos deben devolver nada más terminar los estudios.

El informe considera que ese sistema de créditos plantea dificultades a muchos alumnos que tardan bastante tiempo en conseguir un trabajo tras finalizar sus estudios o que no ganan lo suficiente como para poder pagar sus gastos y devolver la deuda. Por eso, señala que este nuevo tipo de créditos tiene que ser facilitado por el Estado, que debe asumir los intereses.

Los estudiantes devolverían la deuda en pesetas constantes (sólo con el aumento de la inflación, por lo que no pagarían intereses) y no tendrían que empezar a pagarlos hasta que sus ingresos alcanzaran la renta per cápita española, que actualmente está en 1.320.000 pesetas. La intención es que el Estado sólo tenga que hacer una aportación de capital al principio, puesto que al poco tiempo se irían invirtiendo las devoluciones de los préstamos en financiar otros nuevos.

- Umbral de renta. La pretensión de las universidades es que a los préstamos-renta puedan acceder alumnos que tengan, ellos o sus familias, ingresos superiores a los que permiten solicitar beca. Se llama la atención sobre la discriminación de los becarios, que dependen de los resultados académicos para renovar su beca y, por tanto, para seguir estudiando, frente a los alumnos con recursos económicos suficientes, que pueden permanecer en la universidad independientemente de sus notas.

El informe también pide el incremento del nivel de renta máximo para poder acceder a una beca con el fin de que más alumnos puedan solicitarlas, a la vez que señala que se deberían reducir los criterios académicos que se exigen a los becarios. Esos criterios los establece cada Administración, pero generalmente se pide a los becarios, además de que no superen un nivel determinado de ingresos, que aprueben todas las materias para poder solicitar una beca al año siguiente.

- Tasas. En cuanto a la distribución entre financiación pública y privada, las universidades piden, además de una subida de las aportaciones estatales y un plan a un máximo de 10 años para llevarla a cabo, que baje la financiación privada, en la que están incluidos los ingresos por las tasas que pagan los alumnos. Con esta medida se pretende que no se incremente el porcentaje del presupuesto universitario que pagan los estudiantes por tasas.

Reforma del doctorado

"Hay que evitar que se ofrezcan como programas de doctorado meras adiciones de contenidos teóricos en un departamento". El informe se refiere de este modo al anquilosamiento que vive el doctorado en las universidades españolas y propone la reforma de estos estudios para prestigiar el título de doctor. Se hacen algunas propuestas de medidas que se consideran positivas para lograr ese objetivo. Una de ellas es poner a los estudiantes de doctorado bajo la supervisión de una institución académica (como una fundación o un instituto de investigación) y no sólo de un profesor. También sugiere que debería tenderse a una mayor diversificación en la preparación de los doctorandos y adaptar de una manera más clara los objetivos de estos estudiantes a las necesidades de la sociedad, sin que por ello sea preciso renunciar a la originalidad de la investigación que cada alumno pretenda realizar.

El informe añade que sería adecuado ampliar los programas de becas para los alumnos extranjeros y crear un sistema de valoración que permita reconocer la dedicación de los profesores a los programas de doctorado como directores de tesis o de cursos.

"Surrealistas" protestas estudiantiles

El presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, Saturnino de la Plaza, criticó ayer en la presentación del informe Universidad 2000 la actuación de los estudiantes que se manifestaron contra el documento antes de conocerlo, y calificó sus manifestaciones de "precipitadas, inoportunas y desajustadas a la realidad". Por su parte, el autor del documento, Josep Maria Bricall, declaró que las protestas de 11.000 estudiantes ayer en Barcelona eran "surrealistas", y se mostró "sorprendido" y "decepcionado".De la Plaza insistió en que el trabajo no es ni una ley ni una medida de gobierno, sino "una amplísima reflexión" que supone "un primer paso para el debate". La misma idea recoge en nota de prensa CCOO, que expresa que el documento Universidad 2000 "no cierra una etapa, sino que abre la posibilidad de extender el debate sobre el futuro de la universidad". El sindicato señala que se recogieron muchas de sus sugerencias.

Por su parte, el portavoz de la Confederación de la Izquierda Estudiantil, Raúl Camargo, uno de los grupos que organizó las protestas en Madrid del pasado día 9 contra el informe, declaró ayer que el texto presentado había sido "suavizado", porque el borrador que ellos habían visto hablaba de subida de tasas y pérdida de poder de los claustros. Bricall desmintió esta especulación.

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