La UE reconoce errores en Kosovo y encarga a Solana su corrección

Justo un año después, día por día, del comienzo de los bombardeos de la Alianza Atlántica sobre Serbia, los Quince hicieron ayer algo de autocrítica al admitir la falta de coherencia en su estrategia en los Balcanes y mucho más específicamente en Kosovo. Para evitar esos errores, atribuibles en buena parte a descoordinación, el Consejo Europeo acordó dar un mandato a Javier Solana para "garantizar la coherencia de las políticas de la Unión Europea" en la zona.

Los Quince expresaron también la necesidad de paliar con urgencia la crisis financiera que atraviesa Montenegro. Pese a las buenas palabras lanzadas estos días por los dirigentes aliados en defensa de la intervención en Kosovo, el primer aniversario del inicio de la guerra ha permitido poner de relieve los problemas que sigue habiendo en la zona. Hasta en tres ocasiones citan la palabra "coherencia" las conclusiones del Consejo Europeo sobre los Balcanes aprobadas ayer en Lisboa. Los Quince se declaran resueltos a "garantizar" el éxito del esfuerzo internacional en Kosovo y "a tal fin reconocen la necesidad de prestar la ayuda de forma mucho más coordinada y coherente", se afirma en un párrafo.

"La comunidad internacional precisa una estrategia más coherente y más orientada a la acción para prestar ayuda política y económica a Kosovo y a la región", se dice inmediatamente después.

"A fin de reforzar el papel de la Unión Europea", se escribe a renglón seguido, "el Consejo Europeo invita al secretario general y alto representante, bajo la autoridad de la Presidencia y plenamente asociado a la Comisión, a garantizar la coherencia de las políticas de la UE respecto a los Balcanes Occidentales, a promover la perceptibilidad de su contribución y a intensificar su coordinación con el Pacto de Estabilidad y otros esfuerzos de la comunidad internacional".

El mandato otorgado a Solana ha estado cerca de provocar un primer conflicto institucional entre los responsables de la política exterior del Consejo y de la Comisión. Javier Solana y Chris Patten aseguran siempre que sus relaciones son excelentes, pero entre bastidores ambos políticos miden cuidadosamente los pasos del otro. Por eso Solana procura estar por encima de Patten y éste intenta no separarse de Míster PESC.

Patten logró un primer triunfo cuando se decidió que, en contra de lo habitual, los ministros de Exteriores asistieran a la cena de los Quince el jueves -en lugar de reunirse en un salón distinto al que ocupaban los jefes de Estado o de Gobierno-, lo que le permitió a él incorporarse al debate sobre los Balcanes. Pero Javier Solana consiguió la victoria final en esta pequeña querella al prevalecer la tesis de que Míster PESC está por encima del comisario de Relaciones Exteriores, de acuerdo con el Tratado de la Unión.

"Guterres había alcanzado un pacto para dar a Solana y Patten un trato de igualdad, pero el presidente francés, Jacques Chirac, dejó claro que el Tratado otorga al Consejo de Ministros la primacía sobre la política exterior y de seguridad común (PESC), y, por tanto, Solana debe estar por encima", señalaron fuentes del Consejo. "Solana y Patten tienen que garantizar que dan una coherencia a la política de la Unión, promover la visibilidad de la contribución europea y coordinar esa política. La Unión Europea tiene la llave para dar con la solución de los problemas en Kosovo y en los Balcanes. Tenemos que asegurarnos de que hay una clara estrategia y una coherencia", afirmó el primer ministro británico, Tony Blair.

El Consejo Europeo respaldó "los esfuerzos de Montenegro para lograr la reforma democrática y la prosperidad económica". Y destacó "la urgente necesidad de prestar una ayuda importante a Montenegro para garantizar la supervivencia del Gobierno democrático y evitar otra grave crisis en la región".