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Hacienda amplía al 19 de abril el plazo para que las personas no obligadas a declarar envíen sus datos

El nuevo sistema de devolución rápida del IRPF no acaba de calar entre los contribuyentes que se pueden beneficiar de él. Aunque el colectivo estimado por Hacienda asciende a cinco millones (una tercera parte del total de declarantes), hasta el pasado viernes sólo 1,65 millones (915.117 declaraciones) han remitido sus datos para que se pueda poner en marcha el procedimiento. Por este motivo, Hacienda ha decidido ampliar hasta el 19 de abril el plazo que terminaba a finales de marzo para la comunicación de datos. Para las devoluciones, se mantiene como fecha tope el 30 de abril.Con carácter general, a este sistema se pueden acoger los trabajadores y pensionistas cuyas rentas no hayan excedido de 3,5 millones de pesetas el pasado año. Entre el pasado 1 de febrero y el 19 de abril, tras la ampliación anunciada ayer, estos contribuyentes deben enviar un impreso a Hacienda con sus datos personales, de cuenta corriente, etcétera, para que la Administración tributaria les calcule la devolución y se la ingrese.

Un primer problema que se ha planteado, como ayer reconoció el director de la Agencia Tributaria, Ignacio Ruiz Jarabo, es que hasta finales de febrero en el mejor de los casos, las empresas no han podido comunicar a sus empleados el sueldo que han ganado el pasado año y las retenciones. Es decir, la mayoría de ellos no han sabido hasta mucho después de abrirse el plazo si podían acogerse al nuevo sistema.

Más complejo

El resultado es que todo es más complejo o, al menos, más lento de lo que se preveía. Así lo anticiparon algunos expertos fiscales, al asegurar que el nuevo sistema iba a crear inseguridad jurídica, al no estar claras las vías para reclamar en el caso de que no se estuviera de acuerdo con los cálculos de Hacienda. Ruiz Jarabo insistió en que, en este caso, se puede solicitar una liquidación provisional (no definitiva), además de existir la vía de reclamación ante los tribunales.

El director de la Agencia se mostró satisfecho con los resultados hasta ahora, pese a haberse visto obligado a ampliar los plazos. Argumentó que de los cinco millones de contribuyentes, 2,7 millones son los que se calcula tienen derecho a devolución -porque se les ha retenido de más el pasado año- y son, por tanto, quienes están más interesados en remitir sus datos. Al resto les saldría a pagar y, como no tienen que efectuar ese pago, tampoco deben rellenar los impresos.

En cualquier caso, los cálculos ha de hacerlos previamente el contribuyente si quiere ahorrarse el trámite. La única ventaja clara del nuevo sistema es que la devolución se recibe antes que el resto de contribuyentes. Para los no obligados a declararar, Hacienda se ha comprometido a efectuarles la devolución antes del próximo 30 de abril -ayer salió la primera remesa- y, para el resto, empezará en mayo y terminará el 31 de diciembre próximo.

Otro inconveniente es que los requisitos para obtener la devolución rápida se han endurecido. Aunque se ganen menos de 3,5 millones de pesetas, si se está pagando una casa o se tiene un plan de pensiones, no se puede optar a este sistema. Igualmente, se quedan fuera aquellos que reciben sueldos de más de un pagador si uno de ellos supera los 1,25 millones de pesetas y los que obtienen rendimientos del capital o plusvalías de fondos de pensiones superiores a las 250.000 pesetas. También influye que los impresos son nuevos y requieren cierto esfuerzo.

El sindicato Gestha, del cuerpo de gestión de la Agencia Tributaria, señaló ayer en un comunicado que estos requisitos "son demasiado rígidos" y criticó que el esfuerzo informativo de la Agencia Tributaria ha sido "totalmente insuficiente". Los escasos resultados obtenidos hasta ahora, añade el sindicato, revelan "una escasa sensibilidad y nula capacidad de reacción por parte de la Agencia".

El sindicato anuncia las dificultades que pueden surgir durante la campaña normal del IRPF, que empezará el próximo 2 de mayo, ya que el impuesto es totalmente nuevo, se ha suprimido la declaración abreviada, y se van a emplear menos medios.

Carta a todos los contribuyentes

La no obligación de declarar fue un reclamo del PP en las pasadas elecciones. Sólo afecta a 5 millones de personas; pero Hacienda envió una carta informando del cambio a la totalidad de contribuyentes (no sólo a los 5 millones) e hizo publicidad en prensa. El candidato socialista, Joaquín Almunia, lo criticó en un mitin y arrojó al suelo la carta, mientras el PP insistía en sus ventajas. De momento, no ha tenido mucho éxito a pesar de haber conseguido muchos de sus votos.

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