Venezuela rechaza la presión de EEUU sobre los países petroleros

El ministro venezolano de Exteriores, José Vicente Rangel, rechazó ayer la decisión del Congreso de EEUU de imponer sanciones económicas a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) si ésta no decide un alza "significativa" de la producción de crudo en su reunión del lunes próximo. Venezuela es el tercer país productor de la OPEP. El resto de países mantuvo silencio mientras negocian el aumento de la producción. Ayer, en vísperas de la cumbre, el precio del crudo superó los 26 dólares.

"El Gobierno venezolano rechaza toda acción unilateral, certificaciones, pronunciamientos unilaterales, leyes de cada Estado que pretenden tener extraterritorialidad. Eso afecta el orden internacional, indudablemente", dijo ayer Rangel, en referencia a lo dictaminado el pasado jueves por la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Ese día reformó una ley vigente de tal manera que ésta amplía las facultades del presidente Bill Clinton para sancionar a los países productores de petróleo. La reforma legislativa, que puede dar lugar a que EEUU deje de ayudar económica y militarmente a algunos o todos los países de la OPEP, se produjo tres días antes de la crucial cumbre que la OPEP celebrará el lunes próximo en su sede de Viena. De ella se espera que salga la decisión de aumentar la producción de crudo a partir del 1 de abril. EEUU presiona fuerte porque se teme que esa subida sea tan moderada (en torno a un millón de barriles o menos) que no alcance para frenar el fuerte aumento del precio del crudo. Rangel recordó, además, que la Cámara de Representantes de Estados Unidos tomó la decisión en el marco de un proceso electoral que se lleva a cabo en el país.

El ministro venezolano aclaró más tarde a corresponsales extranjeros que la política de Venezuela en el seno de la OPEP "está orientada a racionalizar los precios del petróleo. No nos gustan las alzas o las bajas bruscas" que impidan a las naciones planificar su presupuesto. El ministro venezolano insistió en la propuesta venezolana de implementar un sistema de bandas de precios que contribuya a racionalizar el mercado. La propuesta a la que se refirió el ministro es la aplicación de una banda de precios para el crudo de entre 22 y 25 dólares por barril.

Irak, que no participó en los recortes, también alzó la voz en contra de EEUU y exhortó a los otros miembros de la OPEP a no dejarse presionar por el Gobierno estadounidense. "Los países de la OPEP no deben plegarse ante las amenazas estadounidenses y deben rechazar cualquier aumento de la producción y la caída de precios, porque el mercado no sufre ningún desequilibrio entre la oferta y la demanda", aseguró desde Bagdad As-Saurah, órgano del partido Baas, en el poder en Irak.

El problema es que, a pesar de que los mercados han demostrado en las últimas semanas su confianza en que la OPEP decidirá una subida de la producción, en el seno de la organización persisten las discrepancias sobre qué cantidad de crudo debe enviarse al mercado. Arabia Saudí, el mayor productor y exportador de petróleo, encabeza la campaña para aumentar "significativamente" las cuotas, junto a Venezuela, México, Kuwait, Noruega y Emiratos Árabes Unidos. En el otro frente están Irán, Argelia y Libia, que han dejado muy clara su oposición a un fuerte incremento de la producción de petróleo. La OPEP toma todas sus decisiones por unanimidad, por lo que cualquier país podría vetar un incremento de la cuota.

Esta situación de incertidumbre provocó ayer un aumento del precio del crudo, que pasó de 25,51 dólares por barril al cierre del jueves a 26,05 durante la jornada de ayer. Los mercados comienzan a temer que si se decide una subida de la producción, ésta sea muy "moderada" y no alcance para estabilizar los precios internacionales del petróleo. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el mercado necesita 2,5 millones de barriles diarios más a partir de abril para que la oferta se equilibre con la demanda.