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LA CRISIS DEL PSOE

Chaves afronta la primera crisis interna por los enfrentamientos en Valencia

La dimisión del presidente de la gestora del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE), Diego Macià, formalizada ayer, obligará hoy a la dirección federal que preside Manuel Chaves a buscar una fórmula que permita nombrar una nueva dirección en la segunda federación en número de militantes y que frene la crisis que se cierne sobre el grupo socialista en las Cortes Valencianas. La dimisión de Macià, desautorizado por la inclusión de Javier Paniagua en el equipo de Chaves, aglutinó a la mayoría de sectores frente a Ciprià Ciscar.

La dimisión de Macià dividió ayer a la dirección provisional del PSPV entre quienes apostaban por poner los cargos a disposición de la gestora que preside Manuel Chaves y los que abogaban por mantenerse en sus puestos y cubrir la vacante internamente. Desde las distintas agrupaciones comarcales del socialismo valenciano se alzaron ayer voces críticas hacia el ex secretario federal de Organización Ciscar, a quien atribuyen el nombramiento de Javier Paniagua, un exdiputado de su núcleo más próximo, en la dirección elegida por el comité federal del PSOE. Un nombramiento por el que formalizó ayer su dimisión Diego Macià, que reconoció que en el partido "hay personalismos que crean este tipo de problemas". "Lo que ha sucedido me hace perder credibilidad", explicó Macià, que había logrado un principio de acuerdo entre los barones de Alicante, pertenecientes a distintas sensibilidades, que pretendía extender al resto de la federación valenciana.Con la dimisión de Macià, alcalde Elche, el PSPV ha tenido desde su octavo congreso en julio de 1997 dos secretarios generales (Joan Romero y Joan Ignasi Pla), dos portavoces parlamentarios (Antoni Asunción y Antonio Moreno) y dos gestoras (presididas por Juana Serna y Diego Macià) a las que hay que sumar la dimisión de Joan Lerma como secretario de Empleo de la ejecutiva del PSOE.

Entre las múltiples voces que criticaron a Ciscar en el comité federal del PSOE del miércoles destacó la de la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Ana Noguera, que explicó que había advertido personalmente a Manuel Chaves de los riesgos que corría la federación valenciana si Ciscar situaba una persona de su confianza en vez de un candidato consensuado.

La crisis del socialismo valenciano, la segunda federación del PSOE, con cerca de 40.000 afiliados, quedó larvada en el grupo parlamentario, principal foro de oposición al PP. La dirección del grupo parlamentario comunicó que pondrá sus cargos a disposición de la nueva dirección. Ciscar manifestó que la Comisión Política del PSOE tiene "el apoyo de los socialistas de España" y que a partir de ahora no se le podrán achacar las decisiones que se tomen. Y rechazó entrar en polémica. Sólo señaló que no cree que todos los sectores del socialismo valenciano le acusen de agravar la crisis de su federación. Y concluyó indicando que es "un militante más, alejado de la toma de decisiones".

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