Agesa rechaza las peticiones de las cajas para reflotar Isla Mágica

La operación que encabezan Unicaja, Caja San Fernando y El Monte para reflotar Isla Mágica se encontró ayer con un inesperado escollo. Los nuevos gestores habían hecho a Cartuja 93, la sociedad que administra los antiguos terrenos de la Expo 92, algunas peticiones para aliviar la situación financiera del parque sevillano. Unas propuestas asumidas por la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA), accionista mayoritario (51%) de Cartuja 93, pero que no contaron con el respaldo de Agesa, la empresa de la Administración central que posee el 34% de la sociedad pública.Las tres cajas consideraban imprescindible para seguir adelante que Cartuja 93, con la que Isla Mágica tiene suscrito un contrato para explotar el parque, atendiera dos peticiones: una rebaja considerable en el canon de explotación (127 millones anuales) y una prórroga para presentar a Cartuja 93 una propuesta de ampliación del parque.

EPSA (que depende de la Consejería de Obras Públicas), aprovechó ayer el Consejo de Administración de Cartuja 93 para realizar varias propuestas en las que se asumían la posición de las cajas. Agesa comunicó entonces su decisión de "no acceder ni a la concesión de la citada prórroga ni a fórmulas que se pudieran acordar con respecto a los cánones de explotación", según un comunicado remitido por Cartuja 93.

Ampliación del parque

EPSA abogaba por autorizar una prórroga hasta el 31 de diciembre de 2000 para que los nuevos gestores tuviesen la oportunidad de hacer un nuevo informe sobre las condiciones en las que se ampliaría el parque (en la zona anexa al pabellón del Futuro). El plazo dado a los anteriores gestores (Ogden, Acciona y Aldeasa) expira el 30 de marzo. Por otro lado, EPSA también propuso convertir la deuda de Isla Mágica por retraso en el pago de cánones de explotación (unos 270 millones) en créditos participativos (que se cobrarían cuando Isla Mágica dé beneficios). Y, con relación a los cánones de explotación de los próximos tres años, cobrar tan sólo el 10% (unos 12 millones cada año) y transformar el 90% restante en nuevos créditos participativos.

La negativa de Agesa a aceptar estas propuestas impidió el acuerdo del Consejo de Administración de Cartuja 93 ya que, si bien su posición es minoritaria, la mayor parte de los edificios que explota Isla Mágica (como el Pabellón de España) son propiedad de la empresa estatal, lo que dejaría en papel mojado cualquier acuerdo sin su consentimiento.

Por otra parte, los trabajadores y los gestores reanudan hoy las negociaciones sobre las nuevas condiciones laborales. Ayer, tras una asamblea, el comité de empresa negó la existencia de un "grupo mayoritario" de trabajadores que habría aceptado ya las condiciones de las cajas, informa Daniel Gil. "Son sólo ocho o diez", aseguró el secretario del comité, Fernando Amuelo, quien señaló que ese grupo no habían llevado iniciativa alguna a la asamblea.