Cumpleaños
Los 60 años son una edad perfecta para conquistar Marbella. Así lo ha entendido Gabriel Díaz Berbel, flamante senador del PP por Granada que, sin importarle los alarmantes síntomas de declinación del mundo ampuloso y delicuescente instituido por Jesús Gil, citó el domingo en el hotel Los Monteros a una representación de la fauna aristocrática y empresarial que se dora en aquellos pagos. Belén Lezama, cronista de Ideal, hizo de notario y levantó acta de que al cumpleaños de ex alcalde asistieron sujetos dotados con apellidos y títulos tan sonoros como para convertir una mísera juerga de taberna en el banquete del archipámpano de las Indias.Las noticias de que Berbel, o Kiki el del Albaicín, había convocado en su cumpleaños a la princesa María Luisa de Prusia, al conde Rudí Shonburg, a la hija del conde de Villapadierna o a los señores Vidaburu, de Bilbao, ha causado una profunda conmoción en Granada, una ciudad exigua en linajes, en la que el principal aristócrata que se conoce es el vizconde del Alcanfor. Una parte de la ciudad no daba crédito a cómo Berbel, en tan poco tiempo, ha sido capaz de hacerse con unas amistades tan sobrenaturales como las que fueron a su fiesta.
A otra, en cambio, los ecos de sociedad le han producido un grave aturdimiento y no da crédito a cómo Berbel, unos días después de ser elegido senador del centro derecha, ha sido capaz de convocar en Marbella a la extrema aristocracia. En el PP hay quien opina que Berbel es el mejor senador de Granada por Marbella y que su presentación social ante los príncipes de esa ciudad no tiene vuelta atrás. ¿Se ha olvidado el ex alcalde de sus orígenes? ¿Acaso ha abandonado a los suyos?
Algo hay. Un día después de la fiesta, un antiguo colaborador de Berbel, ex delegado municipal de Medio Ambiente, malogrado en la tensa elaboración de la lista para las elecciones municipales, Joaquín Abras, fue visto a media tarde en el concurso ¿Quieres ser millonario? que presenta en Tele 5 Carlos Sobera. Abras, aspirante a millonario por la vía más modesta de los programas televisivos, fue eliminado en la fase inicial por no responder con la agilidad debida a preguntas tales como cuál es el sinónimo de picador, si varilarguero o barbilampiño. (Obviamente la respuesta acertada era barbilampiño ¿o es que alguien ha visto alguna vez a un picador con bigote?).
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