Visión pesimista
El pasado día 6 de marzo, don Francisco López Adrados firmaba un artículo en EL PAÍS, ¿Por qué no un consenso en educación? El profesor Adrados, desde su defensa de las enseñanzas clásicas, mal representadas en el actual sistema educativo, ofrece una visión pesimista de las nuevas enseñanzas; por eso, deseamos hacer las siguientes consideraciones:1. No aclara por qué la sociedad dirigió mal la extensión de la obligatoriedad de los 14 a los 15 años. Esta medida progresista obedece a una exigencia europea en el marco de la homologación de títulos y libre circulación de trabajadores.
2. Entre los inconvenientes, cita la impotencia del profesorado, y llama la atención que pase por alto el que el nuevo sistema pretende motivar y combatir el fracaso con el refuerzo de la acción tutorial; la implicación de los padres; la atención a la diversidad; la diversificación curricular, durante uno o dos años, que ha permitido que el 75%-80% de los alumnos obtengan el título de graduado en secundaria, y el 20%-25% restante, la garantía social.
3. Sobre el "igualitarismo educativo" y el bajo nivel de la ESO, hay que señalar que: a) la implantación de la ESO en los IES (12-16) es irregular e incompleta, lo que impide la correcta secuenciación y coordinación de la etapa; b) no se han arbitrado los medios ni los recursos humanos necesarios; c) la concentración de alumnos con necesidades de compensación educativa en determinados IES: el PP incumple la adicional 2ª de la LOPEG, que establece el equilibrio de estos alumnos en todos los centros sostenidos con fondos públicos, incluidos los concertados.
Coincidimos con el articulista en que la educación no ha sido un tema preferente del PP. En los cuatro últimos años no ha hecho nada en beneficio de la escuela pública: a las amenazas de la privatización del año 1996-1997 de la señora ministra sucedieron manifestaciones y la marcha sobre Madrid de decenas de miles de profesores, padres y alumnos. El decreto de admisión de alumnos permite a la privada seleccionar a su alumnado. La ampliación de conciertos ha sido salvaje y especialmente hiriente en el caso de los colegios del Opus, que segregan a los alumnos por sexos.- Pablo Toledo. Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras. Madrid.
