El técnico del PSG niega la mano a Anelka, que hoy vuelve a Madrid
El delantero del Real Madrid Nicolás Anelka regresará hoy a Madrid, según informó ayer el diario francés Le Parisien, tras haber permanecido casi una semana en Trappes, su localidad natal, un barrio aledaño a la capital francesa. Según la agencia Efe, el francés tiene reservado un billete de avión para hoy y otro de vuelta a París para el próximo día 29. El jugador francés fue suspendido de emplelo y sueldo por el club madridista durante 45 días, hasta el próximo 28 de abril, por negarse a entrenar.Anelka se acercó ayer por la mañana al centro de formación del París Saint-Germain, su ex equipo, para conversar con sus antiguos compañeros y algunos de sus ex entrenadores y comentó su intención de regresar el miércoles a España. "He venido a ver a algunos amigos", manifestó el polémico jugador sobre su visita sorpresa a los campos de entrenamiento del París Saint-Germain.
"Nicolas Anelka es nuestro orgullo. Hoy, es su éxito y también un poco el del París Saint-Germain. Uno quisiera saber todo lo que pasa con el Real Madrid, mientras Nicolas nos contó la presión y los celos que el sufre en España. Pero se considera bueno. Tiene temperamento. El miércoles, regresa allí", señaló Djamel, uno de los jóvenes jugadores del equipo parisiense.
Foco de atención
El jugador, que ya había seguido el pasado sábado el encuentro de Copa de Francia en el que el París Saint-Germain cayó ante el modesto Bois-Guillaume por 2-3, se convirtió en el gran foco de atención en el centro de formación al llegar al volante de su Ferrari 360 rojo.Los jóvenes se agolparon alrededor de Anelka para conseguir un autógrafo suyo y cambiar algunas palabras. "Uno lo encuentra tal como es cuando viene. Es como uno más. Siempre enrollado. No ha cambiado pero se nota que tiene preocupaciones", declaró uno de los componentes del París Saint-Germain, Abdel.
Por su parte, la visita del jugador del Madrid no pareció sentar nada bien ni a la directiva del equipo parisiense ni al técnico Bergeroo, que a pesar de saludar al delantero internacional evitó estrecharle la mano, ni a la directiva del equipo parisiense, al igual que los directivos. "No puede estar aquí y no puede entrenarse con nosotros", dijo Bergeroo. "Uno prepara objetivos importantes y uno tiene necesidad de tranquilidad. Con Anelka, estaría toda la prensa y las televisiones en el campo de Loges", confesó uno de los responsables.
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