El belga Mourhit sorprende a los kenianos y gana el Mundial de cross
Se esperaba a Charles Kamathi para evitar que Paul Tergat no hiciera más historia en el campo a través, pero no que Kenia perdiera. Y perdió. Kamathi, dos veces vencedor este año de Tergat, pero mal en los campeonatos de su país, se hundió y el belga de origen marroquí Mohammed Mourhit fue el que dejó a Tergat sin el sexto título mundial consecutivo de cross. Tras resistir el tren de la armada keniana en los 12,3 kilómetros del recorrido, se impuso con su mejor final incluso al etíope Assefa Mezgebu, que atacó demasiado pronto, al comienzo de la recta final del soleado y espléndido circuito de césped en Vilamoura, el Algarve portugués.Se esperaba el ataque final de Tergat, porque además de Mourhit y Mezgebu ya sólo iban con él en la batalla decisiva sus compatriotas Ivuti y Talel, en teoría menos peligrosos que Kamhati, descolgado a falta de un tercio de carrera, y el experto Paul Koech, que cedió en la última vuelta. Pero Tergat no tuvo opción. El keniano hubiera superado a su compatriota John Ngugi, al que había igualado el año pasado a cinco victorias en los Mundiales. A sus 30 años era su última oportunidad antes de dedicarse al maratón. Sus duelos con el etíope Haile Gabreselassie subirán pronto de los 10 a los 42,195 kilómetros.
Sucesor de Jalid Skah
Mourhit, sucesor real del marroquí Jalid Skah, el único que rompió el dominio keniano en 1990 y 1991, es también un caso parecido al nuevo plusmarquista de maratón, Jalid Januchi, despreciado en Marruecos y acogido en Estados Unidos. Mourhit, de 29 años, empezó a cambiar su vida hace 10 cuando a través de susamigos y compatriotas en Bélgica conoció al médico Georges Mouton, presidente del club de atletismo de Lieja. Él fue quien le descubrió que tenía un defecto clave y que le había provocado tantas lesiones y por ello ser descartado en Marruecos: su pierna izquierda es 19 milímetros más corta que la derecha.
No es un caso raro en el deporte ni en la vida. Uli Stielike, el gran jugador alemán del Real Madrid se curó de sus repetidos tirones cuando el doctor Miguel Ángel Herrador le descubrió un defecto parecido. Al correr descompensadamente se lesionaba. Mourhit solucionó el problema también con una plantilla y un trabajo de reeducación muscular. En 1997 se nacionalizó belga, pues vivía en Lieja desde 1991 y se había casado con una belga. Desde el 3 de septiembre del año pasado es plusmarquista europeo de 10.000 (26.52.30).
España, como se esperaba, no brilló especialmente. Repitió sólo el cuarto puesto por equipos masculino. Enrique Molina no resistió mucho entre los mejores y acabó 17º. A pesar de ello, en conjunto hubo esperanzas de podio, a costa de Portugal e incluso de Etiopía. Pero el fallo final de Alberto García, que se fue al lugar 29º, lo echó todo a perder y sólo se pudo repetir el puesto del año pasado en Belfast. En el cross cortro femenino, Marta Domínguez fue digna 14ª, el mejor puesto individual español de todos los Mundiales.
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