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Tribuna:NEGRITAS
Tribuna
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Optimismo

DIEGO NARVÁEZUna de las circunstancias más curiosas de las elecciones es la benigna interpretación que los candidatos derrotados hacen de los crueles designios de las urnas. En la última cita la excepción ha sido la izquierda, que ha hecho una autocrítica sincera, aunque las dimisiones se cuenten con los dedos de una mano. Otros, en cambio, se han revelado como inasequibles al desaliento. Es el caso de Jesús Gil y Gil, que ha visto cómo las papeletas de su partido, el Grupo Independiente Liberal, han pasado desapercibidas para los votantes en las mesas de los colegios electorales -no ha obtenido ni un diputado-, pero no ha entendido el resultado como un descalabro. "Descalabro es lo del PSOE", dijo el viernes el alcalde de Marbella. Siempre hay quien sufre males mayores que los de uno. "El resultado del 12-M ha sido un milagro, pero nunca más nos presentaremos a unas generales", añade. Que cada uno lo entienda como quiera.

Gil afronta los malos momentos con una moral indestructible. En los últimos 15 días su partido ha recibido la renuncia de 11 concejales en Fuengirola, San Roque y Casares. Los cuatro de Casares se han pasado al Grupo Mixto. "No ha sido por diferencias con el GIL, sino con el alcalde, Paco Herrera", se consuela. Y vuelve a sacar una lectura positiva: "Mi equipo está cada vez más cohesionado". Son menos, pero bien avenidos.

Esta actitud optimista podría ser una buena opción para no deprimirse por la falta de civismo que han demostrado los 405 ciudadanos malagueños que el pasado domingo pasaron olímpicamente de personarse para formar parte de las mesas electorales: la gente tiene mejores cosas que hacer en un domingo que cumplir con sus obligaciones civiles.

El subdelegado del Gobierno, Carlos Rubio, está bastante perplejo por la historia y ha anunciado sanciones. Hubo algunas mesas en las que tuvieron que cazar a lazo a los votantes más madrugadores para sentarlos como presidentes y vocales accidentales. Y lo de a lazo es literal, porque, según Rubio, en algunos casos los votantes "echaron a correr al advertir que iban a ser obligados a sentarse". También para esto cabe una lectura positiva: era un día espléndido para hacer footing. Se podría pensar que los ciudadanos tienen un triste concepto de la democracia, pero para qué revolcarse en la miseria. Siempre puede uno consolarse.

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