Frutos niega tener candidatos para la sucesión y critica a quien se postula

El debate sobre la sucesión en Izquierda Unida se torna cada vez más confuso. El que se ha convertido en la cara visible de la coalición, Francisco Frutos, negó ayer tener ningún candidato para relevar a Julio Anguita, después de que el miércoles ofreciera tres nombres. Además, criticó, sin citarlo, al asturiano Gaspar Llamazares por haberse ofrecido como candidato a la sucesión. Mientras, Anguita anunció en una reunión del PCE que él liderará el proceso que lleve hasta la VI Asamblea de IU.

La sucesión, aunque nadie parece querer hablar expresamente de ella, está detrás de todos los movimientos que realizan cada uno de los dirigentes más importantes. Así, Frutos había dado tres nombres el pasado miércoles: Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba; Gaspar Llamazares, coordinador de Asturias, y Joan Ribó, líder de la Comunidad Valenciana. Ayer, como sucedió varias veces durante la campaña, Frutos se desmintió a sí mismo y dijo que hizo esas declaraciones "de forma inconsciente".Frutos fue más allá, y criticó indirectamente a Llamazares, que es la única persona que se ha ofrecido como candidato: "No me parece adecuado que las gentes opten por sí mismas a ser quienes solucionen el problema". Aunque Frutos niega por activa y por pasiva que él sea candidato a suceder a Anguita, muchos creen que la situación acabará tornándose de tal manera que se verá obligado a asumir esa responsabilidad.

En la reunión del comité ejecutivo del PCE comenzó a perfilarse la que puede ser la fecha definitiva de la asamblea que nombrará al nuevo coordinador general y tratará de cambiar una línea política que los resultados electorales han convertido en un fracaso, según reconocen la práctica totalidad de los dirigentes. Al parecer, tanto Anguita como Frutos están de acuerdo en que el proceso debe hacerse con mucha calma y dando la posibilidad de intervenir al mayor número de colectivos posible. Por eso, y visto que la Asamblea está prevista para diciembre, ayer se habló de adelantarla, pero sólo unas semanas, por lo que se haría en noviembre. Varios dirigentes del PCE criticaron la posibilidad de que no se adelante al verano porque eso, según dicen, sería entendido como algo que ya se está palpando tras la catástrofe del pasado domingo: IU ya había descontado los resultados, por lo que no está dispuesta a modificar ni sus tiempos ni su discurso hasta que la próxima asamblea determine un nuevo líder y una nueva línea política. Llamazares fue uno de los que abogó por adelantar la asamblea a antes del verano. A su juicio, mantener la interinidad llevaría al "suicidio" de la organización.

Detrás del debate sobre las fechas está muy presente la estrategia clave de la dirección de IU: la continuidad de la unidad de acción de la izquierda, que se visualizaría con una oposición conjunta PSOE-IU.

Para poder llevar a cabo lo que muchos consideran como la única manera de salvar un proyecto como el de IU, que corre grave riesgo de desaparecer definitivamente, hay que contar con el beneplácito de los socialistas, algo que está muy en el aire tras la catarsis que están sufriendo. Por eso, y ante las incógnitas que se abren, la mayoría de los dirigentes, con Frutos y Anguita a la cabeza, parecen preferir postergar la asamblea y poder así comprobar y analizar con calma los caminos que toma el nuevo PSOE que surgirá tras el congreso que celebrará entre el 21 y el 23 de junio.

La reunión del PCE, que se preveía como clave, transcurrió, a decir de algunos de los presentes, por derroteros más bien pacíficos, con escasísima autocrítica. Algunos ya auguran que, tras el impacto inicial de los resultados, el análisis se está diluyendo. "No utilicemos los resultados electorales como arma arrojadiza", dijo Frutos en la reunión, como queriendo recordar que han sido algo mejores de lo esperado y que, por tanto, no deben producir catarsis como la del PSOE.

Ni siquiera en Andalucía, donde IU ha obtenido unos resultados desastrosos, parece que vaya a haber cambios importantes. La ejecutiva del Partido Comunista de Andalucía decidió por unanimidad apoyar la continuidad de Antonio Romero como coordinador de IU-CA.