La batalla anticáncer de Zeltia cotiza al alza
El avanzado desarrollo de las investigaciones de dos productos anticancerígenos de Pharma Mar, filial del grupo químico español Zeltia, explican la ascendente cotización en Bolsa de la empresa matriz. Zeltia experimentó ayer una subida del 14,9%, y en lo que va de año ha incrementado su valor un 221,71%. Zeltia es un grupo familiar de empresas al que pertenece Pharma Mar. La singularidad de Pharma Mar radica en haber abierto una vía de investigación farmacológica a partir de muestras marinas. Pharma Mar ha logrado reunir un catálogo de medio centenar de productos potencialmente anticancerígenos. Actualmente, los dos que alientan las mayores expectativas son el denominado ET-743 y la aplidina, ambos destinados a combatir el cáncer. El primero se encuentra en fase de investigación en numerosos hospitales europeos y estadounidenses para comprobar sus efectos en pacientes con algún tipo de cáncer. El laboratorio británico SmithKline Beecham se ha interesado recientemente por este fármaco, lo que explica los posibles planes de compra de Zeltia por parte de la empresa británica. Las cifras del grupo químico justifican su atractivo: la capitalización bursátil asciende a 1.596 millones de euros (265.650 millones de pesetas), y en 1999 fue la empresa que más subió en Bolsa, al triplicar su valor.
Los orígenes remotos de Zeltia remiten a la peculiar personalidad de los hermanos Antonio y José Fernández López, cuyos herederos controlan completamente el grupo químico y farmacéutico, así como Pescanova. La familia ha ofertado 179.366 pesetas por cada acción de Pharma Mar con el objetivo de hacerse con el 100% de esta filial, de la que ahora posee el 71%. Entre los accionistas que controlan el 29% restante figuran Axis, Barthen Fander AB, Pescanova y Morgan Stanley. El año pasado, Dresdner Kleinwort Benson pronosticó que la comercialización del fármaco ET-743 permitiría a Zeltia duplicar el valor que entonces tenía en Bolsa. El grupo acumula 11.000 millones en pérdidas por las inversiones en investigación en Pharma Mar, que aún no ha facturado ni una peseta. No obstante, se estima que sus dos productos estrella alcanzarán unas ventas de 130.000 millones de pesetas anuales a partir de 2009.
La fundación de Zeltia remite a tiempos de penuria. Tras la guerra civil, los Fernández compraron un laboratorio vigués, el Instituto Miguel Servet, para crear, a término seguido, Zeltia con un capital de dos millones de pesetas. El objetivo era aprovechar todos los subproductos del matadero.
Zeltia ubicó su sede en Porriño (Pontevedra) y desde ahí se proyectaron patentes tan relevantes como una de las primeras insulinas retardadas del mundo, además de situar su punto de mira en las posibilidades biotecnológicas del mar, de las que Zeltia está obteniendo sus grandes avances en la actualidad.
En su primer ejercicio económico, en 1941, Zeltia facturó un millón de pesetas. Los primeros productos estaban destinados al consumo humano, al tiempo que comercializaba insecticidas de uso doméstico.
En 1945, para atender las necesidades nacionales de penicilina, Zeltia cofundó Antibióticos, de la que se quedó con el 23% del capital hasta 1985. En 1964 ya había alcanzado una facturación de 130 millones de pesetas. En los primeros ochenta, la facturación superó los 5.000 millones.
El grupo adopta su configuración actual en 1991. Los insecticidas y ambientadores para uso doméstico e industrial serán competencia de Zelnova; para el desarrollo de fármacos de origen marino constituyó la filial Pharma Mar; para la realización de kits de diagnóstico de diversas enfermedades, basado en tecnología de análisis del ADN, creó Pharma Gen, e Inmunal para las autovacunas.
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