Identificados varios 'ultras' entre los atacantes a rumanos. Los jóvenes dicen que atacaron "por venganza, no por ideología o racismo"
Uno de los cuatro jóvenes detenidos la semana pasada por atacar a los rumanos de Canillejas ha sido identificado como skin-head (cabeza rapada). Además de éste, la policía ha identificado a además varios ultras de ideología neonazi implicados en los incidentes ocurridos el pasado jueves, a raíz de que varios rumanos, según denunciaron los vecinos, agredieran a Víctor López, vecino del barrio, de 16 años.Los ataques originados como respuesta al suceso fueron acompañados de pintadas contra los rumanos y con simbología nazi. Esto confirmaría las tesis de Movimiento contra la Intolerancia, que sospechaba que los rapados estaban detrás de la agresión. La cuestión está ahora en aclarar si los jóvenes violentos que intervinieron en los sucesos lo hicieron de forma aislada o bien organizadamente.
Las pesquisas están a cargo de la Brigada Provincial de Información por orden del Delegado de Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades, quien ayer atribuía el comienzo de las tensiones en el barrio a las furgonetas que los rumanos tenían aparcadas y en las que hacían su vida. "Ahora ya no están esas furgonetas", aclaró.
Morgades también aseguró que en el barrio no hay delincuencia por parte de los rumanos, aunque reconoció que la convivencia con éstos "es un problema de especial tensión" en San Blas. Para la Delegación de Gobierno, el asunto es fácil de resolver, para lo que pidió a los vecinos tranquilidad y colaboración.
Los jóvenes que atacaron a los rumanos aseguraron el pasado viernes que actuaron por "venganza" tras la paliza que le dieron a Víctor. "Aquí no hay motivos ideológicos ni racistas", aclaró uno de los chicos. Sin embargo, el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, ha denunciado que varios de los chicos fotografiados por los medios de comunicación son conocidos ultras que han protagonizado actos violentos en Madrid. Además, el Movimiento contra la Intolerancia recuerda que tras los ataques hubo pintadas contra los rumanos, acompañadas de símbolos neonazis. Los lemas eran "fuera rumanos", "basta ya", "muerte a los rumanos" y "rumanos fuera, asesinos". Algunos de los grafitos fueron pintarrajeados en la sede de la asociación de vecinos Amistad, de Canillejas.
La Brigada Provincial de Información intentará aclarar ahora si los neonazis identificados actuaron organizadamente en estos hechos o si lo hicieron de forma individual y aislada.
Estos hechos se produjeron al día siguiente de que cuatro familias de rumanos que vivían en furgonetas abandonaran el barrio después de que, el jueves por la noche, grupos de jóvenes formaran patrullas para localizar a los cuatro rumanos que supuestamente agredieron a Víctor López, al que le causaron heridas graves.
El delegado del Gobierno, Núñez Morgades, explicó que los principales conflictos se originaron por una "serie de furgonetas aparcadas en las que algunos rumanos hacían su vida y que son las que podrían haber producido algunas tensiones, aunque ya no están estas furgonetas". A partir de ahora, la Policía Municipal y el Cuerpo Nacional de Policía vigilarán las calles para impedir que los inmigrantes utilicen las furgonetas para sobrevivir.
Núñez dijo que la agresión que originó los conflictos entre vecinos y gitanos rumanos del barrio de Canillejas fue fruto posiblemente de "una confusión relacionada con un delito anterior protagonizado por personas con antecedentes policiales que no tienen nada que ver con los rumanos residentes en la zona".
El delegado del Gobierno, que ayer se reunió con las tres administraciones, propuso a los vecinos tranquilidad y colaboración, ya que el asunto es fácil de resolver. "El problema no es, en absoluto, de seguridad ciudadana, ya que la delincuencia rumana en la zona es nula. Se ha magnificado el problema, y hay que reconocer que, aunque existen roces, no es un problema de especial tensión".
Según la Delegación del Gobierno, en Canillejas hay 22 viviendas donde residen 220 rumanos totalmente integrados en el barrio. Cruz Roja y Comisión Católica elaborarán un estudio que refleje la situación las familias censadas.
La consejera de Servicios Sociales, Pilar Martínez, señaló que se ha decidido establecer una línea de ayudas económicas para aquellas asociaciones que realicen programas de integración, "con el objetivo de fomentar estos programas, ya que las asociaciones pueden ser unos importantes instrumentos de integración". Beatriz Elorriaga, concejal de Asuntos Sociales, matizó que las administraciones no actúan después de registrarse problemas, "como lo demuestra el hecho de que hay una sección específica dedicada a la integración de los inmigrantes".
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