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Aznar proclama que su victoria pone fin a los "viejos conflictos históricos de España"

José María Aznar aseguró ayer que lo más importante de su éxito electoral del domingo es que "se ha pasado una página muy importante que pone fin a los viejos conflictos históricos de España". En su primera alocución pública tras el 12-M, Aznar combinó los reproches a la oposición derrotada en las urnas con algunos toques de triunfalismo y una llamada final al diálogo. "La importante responsabilidad que asumimos nos obliga a sumar esfuerzos y a buscar puntos de encuentro", dijo para reiterar su pretensión, anunciada la víspera, de buscar el apoyo del nacionalismo catalán y canario.

Aznar eligió la localidad vallisoletana de Quintanilla de Onésimo, su tradicional rincón de arranque del año político, para pronunciar su primer discurso público tras las elecciones del 12-M. Fue recibido, hacia las dos de la tarde, por numerosos vecinos de la localidad con su alcalde Antonio Castrillo al frente, del PP y ex militante comunista. Paseó por el pueblo, visitó la Casa de Cultura y un centro social y posteriormente almorzó en un restaurante con numerosos vecinos. A los postres dirigió, ante los periodistas, su primera alocución pública tras las elecciones. El presidente en funciones destacó como principal conclusión de su victoria electoral el cierre de una página de la historia reciente de España. Lo hizo en términos de reproche hacia su principal partido opositor, el PSOE, al que vinculó al pasado. "Se ha puesto fin a muchas viejas rencillas y a los viejos sectarismos; a las nuevas rencillas y a los nuevos sectarismos, a las políticas negativas y a la ausencia de proyectos". Las alusiones al PSOE con el que ha sostenido una dura campaña electoral, fueron muy claras aunque se cuidó de citarlo.

Contrastó con la idea de que la mayoría del electorado español va por otras vías. "Hay un país que quiere progreso, mira al futuro y quiere tranquilidad. Ni quiere ni entiende las viejas políticas, las viejas gentes, las viejas dinámicas y los viejos conflictos. Interpretarlo correctamente es la clave del éxito del país".

Tres fechas determinantes

Aznar encuadró su éxito electoral como uno de los tres hitos históricos en la reciente democracia española. "En la historia de nuestra democracia hay tres fechas electorales determinantes: el 15 de junio de 1977, en el que después de muchos años los españoles votamos por primera vez; octubre de 1982, en que el PSOE llega al Gobierno después de muchos avatares históricos, y el 12 de marzo de 2000, en que el PP ha visto refrendada su amplia mayoría".

Con un cierto toque triunfalista resaltó que España tiene el Gobierno con mayor apoyo popular de Europa. Subrayó también que le habían votado más de 10.200.000 ciudadanos, la mayor cifra de la historia democrática de España. Sobre esta base argumentó su teoría de la responsabilidad política en este momento. Señaló que estos resultados invitan a su futuro Gobierno a la responsabilidad. Y lo precisó en estos términos: "Sumar voluntades y buscar puntos de encuentro". Al final del discurso volvió sobre esta cuestión para lanzar, en claro guiño a los nacionalistas moderados de CiU y Coalición Canaria, "un mensaje de estabilidad, concordia y diálogo, con un proyecto de la España plural".

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Aznar no quiso ayer entrar en mayores precisiones sobre su futuro Gobierno y dejó el asunto para una posible comparecencia después del Consejo de Ministros de mañana viernes.

En el uso de la palabra precedió a Aznar su correligionario y viejo amigo Juan José Lucas, presidente de Castilla y León. Le pidió al presidente en funciones que sepa administrar la responsabilidad que las urnas le han otorgado y le instó a que escuche y sea respetuoso con las minorías.

Lucas aprovechó para hacer un breve análisis de la victoria electoral del PP, de la que reconoció que había sorprendido tanto a propios como a ajenos. En coincidencia con el presidente de su partido, destacó que tras estas elecciones se habían superado viejos esquemas de la historia de España y el PP había acertado al conectar con las nuevas corrientes. "Los ciudadanos no quieren oír hablar de esas viejas acusaciones, de las derechas y las izquierdas y de los pobres y de los ricos. No es que sea el crepúsculo de las ideologías. Lo que sucede es que estamos en el siglo XXI y los partidos tienen que incorporar a sus programas la modernidad y las inquietudes de los jóvenes".

Las claves del triunfo

En su discurso de ayer en Quintanilla de Onésimo, José María Aznar atribuyó su victoria a cuatro factores. - Existencia de un liderazgo político claro.

- Independencia respecto a cualquier grupo de presión, una clave que no precisó.

- Buena organización del P P.

- Existencia de un proyecto que se adapta adecuadamente a la sociedad española actual.

El discurso de Aznar tuvo un contenido sobre las claves de su victoria, pero también de regocijo sobre su propio éxito. Un éxito un tanto inédito pues, según recordó Juan José Lucas, le ha permitido crecer aún más en contraste con el progresivo desgaste que tuvo el PSOE desde su espectacular victoria de 1982.

Aznar aprovechará los días poselelectorales para "vivir su éxito" con los más próximos. Lo dijo, en su discurso de ayer, al señalar que debía sus primeras atenciones como presidente reelegido a su familia, a sus amigos y al partido.

Prueba de ello fue el paseo de ayer por su antigua localidad de veraneo, donde cuenta con muchos amigos, y que culminó con su tradicional partida de dominó. La víspera visitó la nueva sede del PP del distrito madrileño de Moncloa. Hoy acude a Valencia a compartir las jornadas falleras con su amigo, el presidente Eduardo Zaplana.

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