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Ceballos se declara desesperado

"No puedo aceptar que me imputen una agresión inexistente, simulada por Prados"

En el Racing, en la ciudad de Santander, hasta en la aldea más remota de Cantabria se abre paso una consigna: salvar a toda costa el buen nombre de Jose Ceballos, mancillado por los 12 partidos, la mayor sanción de los últimos años, que le han impuesto a causa de su pretendida actitud violenta con el árbitro y un línea del último encuentro Racing-Zaragoza (1-2). "Asumo la sanción por las protestas que proferí, lo reconozco, pero no puedo aceptar que me imputen una agresión inexistente, simulada, como todo el mundo ha visto en el vídeo, por el señor Prados", grita el futbolista.Ceballos vive estos días aciagos presa de la desesperación. Su limpia trayectoria profesional, 11 años seguidos defendiendo la portería del Racing, primer futbolista del club cántabro que llega a disputar 400 partidos, se ve ensombrecida por el infausto episodio sucedido el domingo en El Sardinero.

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Convencido de que Yordi, delantero del Zaragoza, marca el gol del empate con la mano, Ceballos intenta convencer de lo mismo, con un exceso de visceralidad, al juez de la contienda. Inopinadamente, en medio de la discusión, Prados cae al suelo como fulminado. El vídeo, la única prueba de cargo, "desmiente que el jugador empuje con el pecho al árbitro", afirma Jesús Pellón, asesor jurídico del club cántabro.

"Estoy pasando los peores momentos de mi vida. Llevo 11 años en el Racing y nunca me había sucedido una cosa semejante". Sin embargo, Ceballos, hijo de una familia de ganaderos de Pámanes (Liérganes), está acostumbrado a segar en verde. No es la primera vez que se enfrenta a la adversidad. El año pasado su sensibilidad sufrió un duro trallazo emocional. El presidente de la Peña Ceballos perdió la vida con 42 años en un accidente de tráfico. El suceso conmocionó al cancerbero, casado y a punto de ser padre.

Por su parte, el Racing, el equipo en el que ha militado en todas las categorías, hasta en Segunda y Segunda B, ha decidido hacer todo lo humanamente posible para "evitar que Ceballos pase a la historia como el agresor de un colegiado". Lo manifestó ayer Miguel Ángel Díaz, presidente del club: "No sería justo que nuestro jugador quede como un violento; me parece bien que pague su parte de culpa, nosotros no estamos en el fútbol para organizar líos, preferimos colaborar con todos los estamentos, incluido el arbitral, aunque a veces se equivoque".

Los asesores jurídicos han iniciado ya los trámites legales ante Apelación. A pesar de que se encuentra moralmente hundido, Ceballos no pierde todas las esperanzas y confía en que el recurso presentado por el Racing rebaje el severo castigo recibido. De lo contrario, "sería una injusticia manifiesta".

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