El Júcar entrará en emergencia por sequía en otoño si no llueve en abril
Sólo hay agua para acabar el año hidrológico, el 30 de septiembre. Así lo aseguró ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Juan Manuel Aragonés, que garantizó el abastecimiento y los riegos a lo largo del verano, pero confesó que si abril no aporta las tradicionales lluvias primaverales los embalses estarán casi secos en otoño y se llegará a "una situación cercana a la emergencia". Las comisiones de desembalse de los distintos sistemas ya hacen planes para repartir los recursos con cuentagotas.
El volumen de agua acumulada en todos los sistemas de la cuenca del Júcar se elevaba el martes a 592 hectómetros cúbicos, una cifra que supone un 35% menos que la media de los últimos 10 años (con 921 hectómetros). Es más, en los últimos 40 años sólo en ocho ocasiones ha habido menos agua embalsada en estas fechas. Se confirma así el peor de los escenarios para un año en el que, en palabras de Aragonés, "no ha caído ni una gota de agua".Según los datos aportados por el presidente de la Confederación, en mes y medio tan sólo ha caído en el ámbito de la cuenca 2,7 litros de agua por metro cuadrado, siete veces menos que el año pasado y diez menos que en 1998.
Además, las distribución de los recursos no es homogénea en toda la cuenca gobernada por la CHJ. La situación de más estrés la sufre el sistema Mijares, con sólo 25 hectómetros cúbicos almacenados, la peor cifra desde 1986. Con ese nivel de los embalses, la reserva se sitúa al 34% de la media de los últimos 10 años a mediados de marzo.
La situación es "muy mala en el Mijares", aseguró Aragonés, "aunque no tanto como en los años de sequía". Para evitar que la situación sea alarmante, el Sindicato Central del Agua del Río Mijares ha presentado un plan para limitar los desembalses de aquí a septiembre para, en el peor de los casos, empezar el próximo año hidrológico con una reserva de siete hectómetros de reserva. "Con 19 hectómetros de agua embalsada se atienden las necesidades, junto a la utilización del agua afluyente del río, así como de los pozos y de las aguas subterráneas", aseguró Aragonés, quien añadió que la próxima reunión del sistema Mijares se ha fijado para el 12 de abril.
Por debajo de la media
En el Júcar la situación no es tan grave. En este sistema, con los mayores embalses de la Comunidad Valenciana, como Tous, Contreras y Alarcón, se acumulan ahora 429 hectómetros cúbicos. Y aunque desde 1959, sólo ha habido nueve años con peores reservas, la situación sólo es un 30% peor que la media de los últimos diez años.
La comisión de desembalse presentará el próximo día 12 de abril el plan de aprovechamiento de los recursos pero Aragonés ya aseguró ayer que están garantizados hasta septiembre próximo los abastecimientos tanto para el suministro de agua potable a la ciudad de Valencia y a su área de influencia como los riegos tradicionales del sistema Júcar-Turia. De momento, se ha optado por reducir la demanda de agua en el sistema en un 10%, de 17,7 metros cúbicos por segundo a 15. El objetivo: llegar a septiembre con 200 hectómetros en la cantimplora.
Mientras, en el Sistema Turia quedan 93 hectómetros, el 57% respecto a la media de la última década (con 161 hectómetros). El plan de la Confederación es que aún queden 40 en septiembre próximo.
Por otra parte, el Gobierno central sacó ayer a licitación el concurso para drenar, reparar y acondicionar los 60 kilómetros del camino de servicios y accesos del Canal Júcar-Turia. La obra costará 1.537 millones de pesetas y tiene un plazo de ejecución de 18 meses. El canal está capacitado para desplazar un caudal de 32 metros cúbicos por segundo y dar servicio a 20.000 hectáreas de 32 términos municipales.
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