El abogado de Guerra señala a un testigo como asesino de Aitor

El abogado defensor de Ricardo Guerra, procesado como presunto asesino de Aitor Zabaleta, el seguidor de la Real Sociedad que fue apuñalado en 1998 junto al estadio Vicente Calderón, acusó ayer a uno de los testigos que están compareciendo en el juicio de ser el autor del crimen. Éste, Juan Ignacio Calderón, lo negó, pero admitió que fue detenido ese día por agredir a simpatizantes del equipo donostiarra de fútbol.

Emilio Rodríguez Menéndez, el abogado de Ricardo Guerra, acusó ayer al testigo Juan Ignacio Calderón de ser el asesino de Aitor Zabaleta, el seguidor de la Real Sociedad acuchillado en diciembre de 1998 junto al estadio Vicente Calderón poco antes de un partido entre su equipo y el Atlético de Madrid.Calderón, conocido como El Loco e imputado en la otra causa abierta por los desórdenes públicos que rodearon el apuñalamiento de Zabaleta, aseguró que no pinchó a nadie, pero reconoció haber "repelido" la agresión de un hincha del conjunto vasco, tras lo cual fue arrestado por la Policía.

El letrado pidió después que declarasen Carlos Alfonso de Bedoya e Israel Gonzalo Canabal, quienes, según él, habrían acorralado a Zabaleta. Éstos dijeron que estaban de compras, "a 13 kilómetros" de distancia, a la hora de los hechos.

Calderón manifestó que fue solo al estadio, que no vio a Guerra y que su primera intención fue la de beber algo en un bar cercano. Una vez en este establecimiento, continuó su relato, fue increpado por aficionados de la Real, por lo que otras 20 personas y él se enzarzaron en una pelea con ellos.

Finalmente, indicó que era socio del Atlético, pero que no pertenecía al grupo ultra Bastión, además de insistir en que nunca lleva navajas y en que en su vida únicamente se ha tenido que enfrentar a un juicio de faltas.

En el encuentro de ida de aquella eliminatoria futbolística, un autocar de aficionados del Atlético fue apedreado en San Sebastián, por lo que algunos de éstos, según la novia de Aitor, que le acompañaba, pero que no pudo ver el momento justo de la mortal cuchillada, habrían decidido vengarse.