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Michael Douglas y su pasión balear

El pueblo de Valldemossa sobrevive, a mitad de la montaña del litoral norte de Mallorca, de exhibir su tiempo detenido y la leyenda de sus visitantes de enciclopedia: Chopin y George Sand, el archiduque de Austria y Sissí, y en menor medida Borges o Rubén Darío. Ahora, se incorpora al reparto de atracción turístico cultural un anfitrión sin rival, Michael Douglas. La estrella del cine presentará el día 23 su centro Costa Nord, un espacio multiusos, una iniciativa con la que confiesa quiere "compartir la pasión por una tierra repleta de belleza y tradición" y "uno de los rincones más privilegiados del Mundo".Douglas que es un semiresidente en Mallorca -pasa varios meses al año en su mansión de S´Estaca- no ha prestado su nombre ni su imagen cotizada para una explotación oportunista y lograr el cobro de royalties. El centro está consagrado a evocar el entorno natural y a los viajeros y artistas que fascinó. Nace como una idea propia, con intención de permanencia y proyección exterior. No será, pues, un santuario para fetichistas porque no habrá concesiones al culto a la personalidad, ni tampoco la obra del artista está en la esencia del montaje.

Es un negocio de riesgo: el actor invierte 600 millones de pesetas en habilitar y recrear lo que su colaborador Paco Calatayud bautiza como una "casita temática", la síntesis diversa de un enclave mediterráneo y de uno de sus mitos, un archiduque del Imperio austrohúngaro que devino terrateniente insular. El arquitecto Dani Freixes ha dado formas a las ideas del cineasta y ha ordenado los más de mil metros cuadrados que tienen la casa de piedra y el jardín, sin fracturar el orden antiguo del pueblo. Freixes indica que el visitante recorrerá las rutas interiores en media hora para hacer del centro "como un rincón para la memoria, un punto para activar la cultura viva y ayudar a la interpretación de la costa y la sierra; que no compite con los museos-sitios del lugar".

En Costa Nord se proyectará un documental cinematográfico en tres pantallas, de un cuarto de hora de duración, creado y conducido por el propio Douglas. La voz del cineasta aparece en otro ámbito escénico, en la bodega reconstruida del Nixe, en el camarote y estudio del archiduque, idéntico al de aquel yate que naufragó en el norte de África. En otra zona se expondrá El legado de la pasión, con testimonios de las obras del aristócrata, pionero del proteccionismo y que escribió Die Balearen la primera enciclopedia balear. Las exposiciones intentan plasmar la magnitud del enclave mallorquín y de sus personajes clásicos.

Douglas confiere el protagonismo a la naturaleza y a sus nombres, al pasado. En el ámbito exterior hay un anfiteatro para cine y música, capaz para 100 personas cerrado o 300 en abierto. Limitado por un vetusto olivo de tronco monstruoso, una palmera y una vieja noria, se abre un patio para copas y un lugar para comer; también habrá una tienda de recuerdos rústicos y decorativos desde pan de higo a aceite de oliva, pasando por cerámicas y licores. Los promotores calculan que 80.000 personas visitarán Costa Nord al año, que pagarán una entrada de 1.100 pesetas.

El cineasta anfitrión explica en el corto como son y que albergan estas cordilleras y costas que rompen con la imagen vulgar de la isla uniformizada por el turismo de playa a pie de hotel. El hijo de Kirk Douglas -y futuro esposo de Catherine Zeta -Jones- con su voz y pocas apariciones en pantalla, invita al placer de mirar y pasear al narrar "por qué el lugar me cautivó, desde el primer momento por su paisaje, su cultura y su historia".

La costa norte es una cordillera que besa el mar, que va de Formentor hasta Calvià y pasa por Banyalbufar, Deià, Sóller, Andratx y Pollença. El famoso actor y productor descubrió Mallorca hace 25 años mientras vivía la aventura con la que sería su mujer, Diandra Lucker, que creció en aquellos lares. Con los años la pareja compró una mansión, S´Estaca, cuyo uso comparten, que el archiduque de Austria habilitó para una de sus amantes locales. En 1995 el Ayuntamiento de Valldemossa quiso derribar una casa nueva que hizo Douglas, por irregularidades urbanísticas que después solventó. "Es una idiotez pensar que Michael ha creado este centro como compensación por haber resuelto aquellos problemas", dice Calatayud.

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