La tarta de El Ejido. Los sucesos de El Ejido marcaron los resultados en la provincia

Juan Enciso celebró con una tarta que tenía más fotos que merengue -su imagen y la de Aznar ocupaban casi toda la superficie del pastel- su aplastante triunfo en las elecciones del pasado domingo en la localidad almeriense de El Ejido. Los electores ejidenses inclinaron su voto por la candidatura avalada por el partido de su alcalde, foco de atención de los sucesos xenofobos de hace pocas semanas, y castigaron sin tarta y sin votos al PSOE, que ha perdido por primera vez en todos los terrenos de juego: en El Ejido, donde ya perdió anteriores comicios, pero donde la diferencia del 12-M fue aplastante (37 puntos y 8.625 votos); en las generales, donde por primera vez obtuvo menos votos y diputados a Cortes que el PP; y en la provincia, donde en las autonómicas, el PP le aventajó en 10 puntos.El propio Enciso lo interpretó como un triunfo personal: "Ha habido momentos muy difíciles, pero la recompensa que he tenido ha sido el respaldo de todos".

La victoria popular, que ganó en todas las mesas del pueblo, congregó a la militancia en la sede local, que festejó además la elección de la concejal Rosalía Espinosa como diputada. Una de las primeras tareas del nuevo Gobierno, según ella, será la reforma de la Ley de Extranjería. La lluvia de votos dio nuevos bríos al discurso populista del alcalde, que apeló a la voz del "pueblo soberano" durante su discurso en la sede del PP.

Enciso tampoco tuvo reparos en hurgar en los recientes sucesos racistas y aseguró que limitarían la celebración de la victoria a unos brindis en la sede del partido "en honor y en respeto a las personas que han perdido la vida".

El alcalde también aseguró que habían declinado los ofrecimientos de dirigentes nacionales de su formación para participar en mítines en El Ejido, a pocas semanas de los actos racistas, "en recuerdo a las personas muertas".

Durante la fiesta, algunos militantes elogiaron al alcalde con comentarios del tipo: "¡Y decían que era un racista!". Otros fueron más lejos y afirmaron: "Ahora si que vamos a echar a los moros".

"El mejor triunfo y agradecimiento a los familiares de Francisco Bonilla y Encarnación López es el respeto a ellos, por eso no iremos por ahí a celebrarlo como otras veces", dijo Juan Enciso.

El alcalde de El Ejido aludió hasta tres veces a los crímenes, pero no citó los disturbios racistas en ningún momento. Se refirió a ellos sucintamente con el eufemismo de "momentos difíciles" y abundó sobre su conexión con los vecinos. "La política empieza por escuchar al pueblo, y yo he hecho eso", señaló para explicar las causas de su avance.

El masivo vuelco de los ejidenses hacia el Partido Popular propició, además, un cambio de tendencia en toda la circunscripción de Almería, donde por vez primera los conservadores obtienen tres diputados al Congreso frente a dos del PSOE. De los 18.770 votos de ventaja obtenidos por los populares, 8.816 se emitieron en El Ejido, la localidad donde se produjo el mayor varapalo hacia los socialistas. Esta tendencia se repitió en las votaciones al Parlamento andaluz, donde por vez primera el PP logró más escaños (6) que los socialistas (5).

La actuación de los dirigentes políticos durante los sucesos racistas constituye la clave del avance del PP en Almería, a la vista del triunfo que logran los conservadores en todos los municipios donde se concentran grandes núcleos de inmigrantes, en la comarca de Poniente. Así ha ocurrido, incluso, en los considerados feudos socialistas como Níjar o La Mojonera, con alcaldes del PSOE.

Influencia decisiva

El secretario provincial del PSOE, Martín Soler, admitía durante la noche electoral que los incidentes de El Ejido habían influido claramente en la derrota de su partido. El entusiasmo del propio alcalde ejidense evidenció la trascendencia del resultado electoral de ayer, convertido casi en un referéndum sobre la actuación de Enciso durante los disturbios racistas. Su línea, como preveían en privado algunos dirigentes socialistas, arrasó, aunque algunos políticos muestran su temor ante el triunfo del discurso de rechazo al inmigrante y de apoyo sin fisuras a la población autóctona, hagan lo que hagan.

Juan Enciso aludió hasta tres veces a los crímenes, pero no citó los disturbios racistas en ningún momento, tras conocer los resultados. Se refirió a ellos sucintamente con el eufemismo de "momentos difíciles" y abundó sobre su conexión con los vecinos. "La política empieza por escuchar al pueblo, y yo he hecho eso", señaló para explicar su triunfo.

El coordinador de IU en El Ejido, José Gabriel Luque, cree que el triunfo del PP obedece a la utilización del alcalde "de un momento de indignación del pueblo". IU sólo ha obtenido medio millar de votos (550 y 586 en generales y autonómicas), menos que los sufragios en blanco: 1.019 y 925.