Best promete desde la cama del hospital dejar de beber
George Best ha prometido formlamente a su mujer que dejará de beber, y su hígado mejora. Los médicos del hospital de Londres en el que el ex futbolista del Manchester United fue ingresado el pasado miércoles le sometieron ayer a diversos análisis de sangre y esperan darle el alta dentro de una semana.Entonces comenzará lo más duro para el extraordinario futbolista, de 53 años, uno de los mitos culturales de los años 60. La recuperación será lenta, larga y dolorosa, dicen los médicos, quienes confirmaron oficialmente que la causa de la dolencia hepática de Best era el abuso de alcohol.
La confirmación y los problemas de salud del internacional norirlandés no han extrañado a nadie. Best, nacido en Belfast en 1946, fue en su tiempo tan famoso fuera como dentro de los estadios. Su estilo de vida, más próximo al de un playboy o al de un cantante de rock que al de un deportista profesional, le convirtieron en un ídolo popular en la Inglaterra de la efervescencia pop. Las mujeres y el alcohol fueron más importantes en su vida que el balón. A los 27 años, Best estaba acabado como futbolista. A los 53, su vida corre peligro si no cambia de hábitos. El virnes le visitó en el hospital su mujer, Alex, de 27 años, y, aparte de hacer unos cuantos crucigramas juntos, el ex futbolista le prometió dejar la bebida.
Best ya había sido hospitalizado de urgencia a principios de semana, después de que perdiera el conocimiento y sufriera agudos dolores de estómago. Salió alegando que ya estaba bien, pero el miércoles por la noche, ya con la piel de color amarillo intenso, volvió a ser ingresado.
