Reflexionar, ¿sobre qué? AGUSTÍ FANCELLI

Tranquilos, ya pasó todo. Hoy toca reflexión, de manera que si ven a algún político largando, ¡zas!, le dan, como dijo Aznar, y se quedan tan anchos. Es una pena que la reflexión sea sólo cosa de un día. Yo la pondría más a menudo: lunes, miércoles y viernes los políticos pueden decir la suya; martes, jueves y sábados se callan y los ciudadanos reflexionamos; domingo, fiesta de guardar para unos y otros, mal que le pese a ese gran especialista en abrir crisis los fines de semana que es Duran Lleida. Ya verían como así nuestros mandatarios se lo pensarían antes de soltar la burrada.Bueno, pues reflexionemos. A mí me han quedado algunas dudas. Por ejemplo: ¿por qué Convergència ha cambiado de lema a última hora? La força positiva, que tan sugerente me parecía, pues me recordaba al conejito que tocaba el tambor con pilas alcalinas, se ha convertido ahora en un escueto Fem falta, que inspira mucho menos, aparte de que encierra una peligrosa ambigüedad: si por un lado remite a una presencia necesaria, por otro parece exhortar a cometer falta, o sea, a volvernos faltones, que es lo que en general ha ocurrido en este tramo final de campaña. ¿Se han fijado, al respecto, en la publicidad socialista que anunciaba en los periódicos el mitin de Almunia en Barcelona? "Un Sant Jordi contra el PP", y en la imagen nuestro más preciado caballero matando a la perversa araña. Vamos para nota. Entre esto y el reparto de la paella, la verdad que uno no sabe con qué quedarse. Hoy, que no tiene mucho trabajo, el PSC podría ponderar la posibilidad de cambiar de agencia publicitaria. Le sentaría bien.

Y el PP, ¿sobre qué debería reflexionar en un día tan relajado como éste? En los valores de la amistad, básicamente, pues por ahí se le ha abierto un boquete en esta campaña que ríete tú del Titanic. Entiéndase, tener amigos, tener amor, hace que la vida, a pesar de los pesares, sea bella. Pero según qué amiguitos te echas se te suben al bigote, a falta de barbas, y se te acaban comiendo toda la merienda. El PP no tiene tanto problemas de imagen, que si los tuviera ahí estaría Piqué con su mirada al cielo para anularlos, como de relaciones públicas: reparten los carnets de la discoteca con una alegría tal que la fiesta acaba por salirles cara. En cuanto a Joan Saura, tal día como hoy, yo pensaría seriamente en empurar al fotógrafo que le sacó en el anuncio. Básicamente, porque le ha recogido con un rictus que entra en abierta contradicción con la naturalidad izquierdista anunciada en el lema, amén de que introduce un extraño parecido con un personaje popular y divertido, sí, pero definitivamente poco serio como el Fermí Fernández de La cosa nostra. Y para que haya para todos: las Mans lliures de Puigcercós suenan a cuarto operador de telefonía móvil, lo cual no sé si le conviene, mientras que el Somos necesari@s de Frutos remite a un portal de Internet, esa cosa de la que todo el mundo habla sin saber de qué va. De manera que hay materia para ir rumiando. Déjense de las pensiones, que esto sí tiene chicha.