LA ACTIVA VIDA SEXUAL DE MITTERRAND
Unos llevan la fama y otros... El difunto presidente de la República de Francia, François Mitterrand, llevaba una vida sexual salvaje y enloquecida. Al menos eso es lo que dice el libro de memorias que acaba de publicar su antiguo chófer, Pierre Tourlier, que trabajó para Mitterrand durante todo su mandato, de 1981 a 1995. En el libro, titulado Conduire à gauche (Conducir a la izquierda), el ex presidente aparece como un adicto al sexo que llegó en ocasiones a estar hasta con tres amantes en un mismo día. "Según sus propias instrucciones, las veladas con sus amantes se planeaban como un menú, con un entrante, un plato fuerte y un postre", cuenta Tourlier. Más que eso, el chófer recuerda una ocasión en la que Mitterrand tuvo un encuentro nocturno con una reina (de la que, por supuesto, no se da el nombre) que estaba en visita oficial en Francia con su marido. El presidente describió el encuentro como "puramente cultural e intelectual". Aparte de esta frenética actividad sexual, Mitterrand siguió casado con su esposa, Danielle, con la que tuvo dos hijos, y por otro lado mantuvo su relación con su compañera de toda la vida, Anne Pingeot, con la que tuvo una hija ilegítima, Mazarine. Según el libro, "está claro que el centro de su vida privada eran Mazarine y Anne", y afirma que Mitterrand quería con locura a su hija ilegítima. La doble vida de Mitterrand, aunque era un secreto a voces en círculos periodísticos, no salió a la luz hasta 1994, cuando su hija Mazarine tenía 20 años. Y desde su muerte por cáncer en 1996 ha sido precisamente Mazarine quien ha salido en su defensa ante los numerosos libros de ex amigos, ayudantes y consejeros de Mitterrand en los que la imagen política del líder socialdemócrata se veía seriamente dañada. En una carta a un diario parisiense escribía: "Se está ensuciando mi imagen y la de mi padre, y se supone que tengo que sufrir y callarme. Pues bien, ya es hora de parar esto".- ,
