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Elecciones 2000

Anasagasti da por "roto" el Pacto de Estella y anuncia que el Ejecutivo vasco buscará nuevos socios

Luis R. Aizpeolea

El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, cree que todos los partidos, incluido el suyo, deben reflexionar sobre su estrategia tras el 12-M. En declaraciones a este diario adelantó que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, iniciará una ronda de conversaciones con los partidos vascos para recomponer la unidad de las fuerzas democráticas y tanteará también nuevas alianzas para el Gobierno vasco. El dirigente peneuvista expresó su "decepción" por la negativa de Euskal Herritarrok (EH) a desmarcarse de ETA tras la oleada de atentados y admitió que esa actitud "ha roto" el Pacto de Estella.

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El respaldo de EH al comunicado de ETA del pasado miércoles -en el que, además de reivindicar los tres últimos asesinatos, la banda arremetía contra el lehendakari y los partidos nacionalistas acusándoles de falta de valentía para sumarse a la "construcción de Euskal Herria"- ha provocado un cambio de actitud en el PNV. En opinión de Anasagasti, la formación que dirige Arnaldo Otegi ha abandonado su apuesta por las vías políticas y "está absolutamente sometida y tutelada por una organización terrorista que considera que dirige la política vasca". "Que EH avale el comunicado de ETA y la muerte y los insultos hacia Fernando Buesa es absolutamente incomprensible", argumentó.Para el dirigente nacionalista, "hasta ahora EH no había dicho ni había hecho eso". Anasagasti opina que la formación independentista ha vulnerado el acuerdo parlamentario suscrito con el lehendakari Ibarretxe, en el que se proclamaba la "ausencia absoluta de violencia" y la apuesta por las vías políticas. El pacto fue roto unilateralmente por Ibarretxe tras la muerte de Buesa y su escolta.

Pero, además, pese a seguir calificando el Pacto de Lizarra (Estella) como "método de resolución del conflicto", Anasagasti estima que EH "ha roto dicho pacto al no desmarcarse de los atentados de ETA" ya que "uno de los presupuestos de Lizarra es precisamente la resolución de los problemas por la vía política".

Así las cosas, Anasagasti anuncia una nueva ronda de contactos del lehendakari con todos los partidos, tras las elecciones del 12-M, con el doble objetivo de recomponer la unidad de las formaciones democráticas vascas y de tantear nuevas alianzas para el Ejecutivo autónomo, una vez que la ruptura con EH parece irreversible.

Esta evolución del PNV es seguida con interés por los socialistas, tal y como apuntó Joaquín Almunia el miércoles en Bilbao. El ex secretario general del PSE y responsable de Política Autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui, abundó ayer en esta posición y aclaró que "sólo es posible una colaboración con el PNV, inclusive la participación en el Gobierno vasco, si hay un cambio profundo en su política de pacificación".

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Jáuregui adelantó ayer a este diario que el PSOE defiende el "abandono de la política de trincheras que mantienen PP y PNV" y apuesta por una reflexión conjunta. En este sentido, ve con buenos ojos la ronda de contactos que abrirá el lehendakari, que debe servir, dijo para recomponer la unidad de las fuerzas democráticas tras el regreso de ETA a las armas. "No deben repetirse escenas como la manifestación del 26 de febrero, con la ruptura de los partidos democráticos", subrayó.

Según Jáuregui, el nombre de la nueva mesa de partidos es "lo de menos". "No haremos cuestión porque se llame Mesa de Ajuria Enea o de otra forma", dijo, porque lo que importa es que la unidad de los partidos se base en los principios de que "no hay ninguna justificación para la violencia" de ETA y "no se pueden compartir fines políticos con quienes la practican", en contraste con lo que ha venido defendiendo el PNV desde que aparcó el Pacto de Ajuria Enea e inició su acercamiento a HB a través de EH.

Jáuregui argumenta que no todas las ideas son legítimas, y pone como ejemplo la condena de todas las fuerzas democráticas europeas a la extrema derecha austriaca de Jörg Haider. "No son legítimas las ideas que atentan contra la vida, la libertad y los derechos humanos", como es el caso de ETA o de las justificaciones de EH, señala.

Además, "debe superarse el enfrentamiento institucional entre el Gobierno central y el vasco" y dejar atrás "la política de frentes en Euskadi, la de los partidos nacionalistas frente a los no nacionalistas, que ha guiado los dos últimos años, y sustituirla por la estabilidad institucional y la defensa de la pluralidad política que es la que se ajusta a la realidad de la sociedad vasca", añade Jáuregui.

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