Las entradas de la Eurocopa se otorgarán sólo previa cesión de datos personales
Disfrazarse, llevar insignias promocionales de cualquier naturaleza o expresar ideas políticas o nacionales serán motivos suficientes para ser expulsado de un partido de la Eurocopa, que se jugará en junio en Bélgica y Holanda. Así figura en las Condiciones Generales de la Venta de Entradas que la organización ha remitido a las federaciones. Para adquirir una entrada habrá que facilitar datos personales que pueden ser cedidos a la policía. La UEFA se atribuye el derecho a utilizarlos con fines comerciales. Según la Agencia de Protección de Datos, la UEFA tendrá que especificar su destino.
"Lo más fácil sería mandarles la guía telefónica completa". De forma tan irónica se expresaron en una reciente reunión con la UEFA y los organizadores de la Eurocopa los representantes de la Federación Italiana de Fútbol. Fue una muestra del malestar general de las federaciones ante lo que consideran un exceso de celo por parte de las autoridades políticas belgas y holandesas. Inglaterra promueve estos días una protesta común ante la UEFA. Desde la Federación Española un portavoz afirmaba ayer mismo: "Estamos preocupados por lo que supone de trastorno y difícil cumplimiento, y por la intransigencia de las autoridades".El origen del problema deriva de las condiciones impuestas por Euro 2000 -organizadora del torneo- para la venta de entradas. Con la tragedia de Heysel incrustada en la memoria -39 muertos en la final de la Copa de Europa de 1985 entre el Liverpool y el Juventus-, Bélgica y Holanda han previsto un dispositivo extraordinario para controlar la avalancha de hinchas violentos. Por su enclave geográfico, ambos países viven atemorizados por el encuentro de sus propios hooligans -sobre todo algunas facciones holandesas- con sus colegas británicos y alemanes.
Para extremar medidas, que desde algunos sectores se consideran excesivamente discrecionales, la organización solicitó a las federaciones participantes que remitieran antes de finales de febrero un listado nominal de todos aquellos aficionados que hubieran solicitado una entrada. A falta de tres meses para el torneo, la mayoría de las federaciones, caso de España, no han podido cumplir con esta premisa. Además, las condiciones exigidas para la venta de entradas también han supuesto una traba.
Euro 2000 fija que cada persona puede solicitar a su federación nacional una entrada para uso propio "y para una segunda persona". En la solicitud debe figurar el nombre, dos apellidos, sexo, número de DNI, dirección, código postal, ciudad y país de residencia, tanto del que pide la entrada como de la "segunda persona" a la que podría cedérsela. Circunstancia difícil de saber a tres meses del campeonato.
Una vez solicitada la entrada, la federación debe informar al solicitante de las "condiciones generales". A su vez, el solicitante debe comprometerse a informar a la "segunda persona", de la que será "responsable" de sus acciones "dentro y fuera del campo". Como "responsable solidario", si la conducta de su invitado no es la apropiada, "deberá indemnizar a la Fundación Euro 2000". Cualquiera que no cumpla las normas "tendrá que hacer frente al pago de una multa de 1.000 florines o 20.000 francos belgas -unas 80.000 pesetas- a la Fundación Euro 2000 sin necesidad de aviso o intervención legal; la Fundación Euro 2000 destinará la multa a promover el fútbol".
A los aficionados se les puede prohibir la entrada "cuando se presuma" que no han obtenido el billete a través de los canales oficiales. Además, "no está permitido transferir el derecho de entrada, o las propias entradas, a otras personas, explotarlas comercial o no comercialmente, usarlas como promoción o publicidad incluyendo, entre otros, su uso como premio en una competición o lotería".
Fines comerciales
Los datos personales de aquellos que soliciten entradas "han de ser facilitados a las autoridades relevantes, la Cámara de Registro de La Haya (Holanda)". "Los datos", se agrega en el artículo 5.8 de las Condiciones Generales de Venta de Entradas, "pueden ser cedidos a la policía y el Gobierno, por ejemplo para el mantenimiento del orden y la seguridad pública. UEFA puede ceder los datos a las compañías u otras personas con propósitos comerciales. El solicitante puede oponerse a la utilización de sus datos y a los de la segunda persona con propósitos de márketing (...) y tiene derecho de libre acceso a sus datos personales y a la corrección de los mismos".
En este capítulo, fuentes de la Agencia de Protección de Datos de España afirmaron que la normativa europea permite el uso de datos personales "para investigaciones judiciales y policiales concretas". En el caso de la cesión de ficheros para usos comerciales es preciso especificar a qué medio concreto se refiere.
Una vez en los estadios estará prohibido, entre otras cosas habituales como llevar armas, narcóticos o bebidas alcohólicas, portar "objetos promocionales, comerciales y materiales de cualquier otra naturaleza, como documentos, insignias, símbolos y pancartas". Los objetos "serán enjuiciados por los asistentes de campo y el personal de seguridad". También se prohíbe "disfrazarse", "expresar ideas nacionales o políticas", y "comportarse de otras maneras incorrectas a juicio del personal de seguridad y asistentes de campo".
Pese a todas estas medidas de seguridad con los aficionados, las federaciones se han encontrado con que, por ahora, la organización les ha negado escolta policial para los equipos, tanto en el interior de sus concentraciones como en el exterior, donde habitualmente, por los distintivos de los autocares, se convierten en una diana sencilla para los violentos.
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