Paisaje electoral
Escribo como sufrido ciudadano ante el paisaje de la campaña electoral. Y me pregunto qué hemos hecho nosotros para merecer esto. "Hace falta. Vota fuerte" (¡a Mario Conde!), "La voz del pueblo, al Congreso y al Senado" (¡Jesús Gil!), "Vamos a más" (el PP: será a más tiempo), etcétera. Menos mal que alguien nos dice que "somos necesarios" y que hay que trabajar por "lo próximo".Aunque pienso también que acaso nuestra indolencia cívica nos ha hecho llegar a esta situación, además de los errores y desmesuras de los políticos y de sus partidos. La democracia no es sólo, afortunadarnente, el mosaico de los carteles electorales y las posibles mentiras que encierran, sino el espacio para el diálogo ciudadano, la energía colectiva para protestar y pedir cuentas, para poner límite a tanta torpeza y abuso, para construir alternativas. A lo mejor hay que "tragarse" toda la monserga electoral como un tributo inevitable para poder mirar al futuro con cierta esperanza. Sobre todo, que el primer paso dado hacia la unidad de la izquierda tenga su premio en las urnas y se consolide más allá de una mera coyuntura oportunista.- .
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