Equilibrio informativo
Estaba claro que ayer iba a ser el día del Aznar social. Desde muy temprano los signos lo indicaban. El Mundo abría con todos los detalles de la subida de las pensiones que el presidente del PP iba a prometer pocas horas después. La COPE calificaba ese avance de "filtración informativa" y Luis Herrero vaticinaba a las ocho: "Esa oferta borrará del mapa lo que Almunia ha dicho este fin de seman". Pero lo mejor iba a llegar al mediodía, con los telediarios.Como viene haciendo desde hace días, el de la 1 de TVE empezó con el horror de Mozambique. Luego vino el incendio de Vallecas, asunto que mereció que las cámaras salieran a la calle. Varias mujeres de ese barrio madrileño declararon que las cinco víctimas eran "buenos chicos" a pesar de ser indigentes y que chillaban mientras morían. Más adelante, sin solución de continuidad, la presentadora anunció que venía "otro suceso": el de un accidente de un trineo en los Alpes. Y finalmente llegaron las pensiones de Aznar.
En cuarto lugar. Era para no creérselo. Pero alguna intención tenía que tener esa secuencia que haría alucinar a cualquier ciudadano de otro país europeo. No podía ser simplemente un despropósito. Y puestos a pensar, surgía la hipótesis de que esta nueva versión de El Caso tuviera por único objetivo despertar la atención del público que sigue con más interés lo de las catástrofes, la sangre y los accidentes. Una parte del cual debe de estar compuesto por ancianos no precisamente politizados. Tanto suceso seguido había de servir para fijarlos a la pantalla. Para que cuando llegara Aznar y dijera lo de las pensiones estuvieran colgados de ella. Para rematar la faena, las palabras del presidente resonarían en off, mientras la tele daba imágenes de jubilados como ellos.
La estructura del telediario de Antena 3 fue casi idéntica. Hubo Mozambique, Vallecas y un pensionista con boina abrazado durante largos segundos por Aznar. Faltó lo del trineo de los Alpes. Pero para compensar, y sin venir a cuento, Antena 3 dedicó un reportaje al estado de las infraestructuras en España. La voz en off dijo que en los últimos años se ha dado "un enorme salto adelante" en materia de autopistas. Y distintos conductores de coches y camiones lo confirmaron. También han mejorado los trenes. Y lo corroboró un señor en medio de una estación. ¿Y en los aeropuertos? Hay proyectos, aunque también retrasos, reconoció Antena 3. Pero en este caso nadie fue entrevistado. Por cierto, y vaya usted a saber porqué, el editorial del Abc de ayer también estaba dedicado a las infraestructuras. Pero el plumero que en este caso asomaba salía del subconsciente histórico. Pues el diario decía, como la cosa más normal del mundo, que las reformas estructurales ya habían empezado con el Plan de Desarrollo... de 1958.
Todo ello en un solo día. Es para preocuparse. Y mucho. Sobre todo si, además, en las tertulias y en las columnas de la prensa afín empieza de nuevo a manejarse, como ayer ocurrió, el concepto, o mejor, la amenaza, del equilibrio informativo. Lo que tal cosa significa por esos pagos lo explicaba ayer Casimiro García Abadillo en El Mundo: en su opinión, que parece que coincide con la del PP, el fracaso de las encuestas en 1996 se debió al efecto que sobre los indecisos tuvo la presión combinada de los medios públicos y de los afines al PSOE. "Ahora el equilibrio es mayor", concluía el articulista. "Y coloca en condiciones de igualdad mediática al PSOE y al PP". Que cada uno decida si eso es verdad o no. Pero no es eso lo peor, sino que todo indica que quieren más equilibrio todavía.
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