Estella, la milenaria ciudad del pacto
Con 12.500 habitantes, 15,4 kilómetros cuadrados de superficie, 449 empresas y 1.006 millones de presupuesto anual, la ciudad navarra de Estella -Lizarra en euskera- ha sido conocida en el pasado como un lugar jalonado de iglesias y monumentos artísticos de enorme valor. Ahora, además, su nombre está ligado al pacto de 1998, suscrito entre nacionalistas, más IU.Una anécdota refleja la fama de esta localidad. Cuando el pasado año un grupo de cien refugiados albanokosovares llegó a Alsasua (Navarra) huyendo de la guerra, lo primero que preguntaron a los responsables de la Cruz Roja fue: "¿Estamos cerca de Estella?". No conocían de España más que dos ciudades: Barcelona y la ciudad del río Ega, elegida por el nacionalismo para proclamar su pacto debido a las históricas vinculaciones de la plaza con la defensa de los fueros, el carlismo y la posterior ideología vasquista. Esta relación ya llevó al PNV en 1931 a obtener en la ciudad, cuya alcaldía ostentaba el peneuvista Fortunato de Aguirre, el apoyo de más de 400 municipios de las cuatro provincias forales al proyecto de Estatuto Vasco.
Estella es hoy, según el anuario comercial de La Caixa, una de la ciudades navarras donde mejor se vive y donde más dinero se maneja. Un 9 sobre 10 en la escala de puntuación del bienestar arropa a una población que tiene en el desempleo su principal problema, y en el sector terciario -que representa el 52,3% de su economía- su principal fuente de actividad, preferentemente dedicada al comercio minorista. Más de 400 personas, de las que tres cuartas partes son mujeres, carecen de trabajo. Sólo la mejora de infraestructuras parece que puede hacer despegar económicamente a una ciudad rodeada de tierras de emigración- 15.000 habitantes de su entorno se han ido a vivir a Pamplona-. La población aguarda esperanzada la construcción de la autovía que enlazará a la ciudad con Pamplona y Logroño."La autovía es un eje prioritario de desarrollo, pero el desarrollo viario debe ir acompañado de medidas de incentivación industrial para nuestra tierra. No podemos olvidar que es una comarca deprimida", manifiesta María José Bozal, alcaldesa de Estella por Unión del Pueblo Navarro (UPN), el partido que incluye a la representación del PP en la comunidad.
Bozal, de 49 años, diplomada en Magisterio, casada y madre de tres hijos, gobierna un Ayuntamiento en el que "el diálogo con todos los grupos" es práctica habitual para solucionar los problemas típicos de cualquier municipio. En Estella son: el tráfico urbano y la peatonalización del centro histórico, la mejora del entorno del río, la construcción de un nuevo puente o la promoción de nuevas dotaciones culturales como el que será primer museo de España dedicado al carlismo. Este centro de exhibiciones se ubicará en un viejo edificio señorial ahora en ruinas, el Palacio del Gobernador, que se rehabilitará con 600 millones financiados por el Gobierno de Navarra.
UPN, con mayoría simple, domina el consistorio. Éste grupo ganó por abrumadora mayoría las anteriores elecciones generales de 1996 y triplicó en votos al segundo partido, el PSN-PSOE, al que siguió IU. Las opciones nacionalistas quedaron muy por detrás y apenas consiguieron sumar un 14,5% de los votos emitidos.
El electorado es plural y el predominio de las opciones no nacionalistas es total. Pese a ello, la joven técnica de turismo Larraitz Trincado, de 27 años, candidata del PNV al Congreso, considera que el nacionalismo tiene mucho futuro en la ciudad. "Estamos muy por debajo de nuestra posibilidades de representación", asegura Trincado. "En la medida en que la paz se consolide y el gran escollo de la violencia vaya desapareciendo, la normalidad nos hará ver las cosas con más calma y se aceptará que la convivencia entre todos es posible y que el nacionalismo que defendemos no excluye a nadie".
Trincado, como Bozal, como Erkuden y Marijo, dos jóvenes estellesas que caminan por el Paseo de los Llanos, el pulmón verde de la ciudad, reconocen que los problemas que preocupan a la ciudadanía son los cotidianos: el empleo, la salud, la ecología... Cuestiones muy alejadas de las que han hecho conocido en toda España el nombre de la ciudad.
Pluralidad educativa
Estella es plural en política y es plural en lenguas. Su ikastola, una de las más antiguas e importantes de Navarra, tiene 700 alumnos y es uno de los centros educativos más avanzados y de mayor influencia cultural de la zona. "Nuestro trabajo comenzó en 1970 con dos gelas [aulas] de niños de dos años. Desde entonces hemos progresado mucho", explica Koldo Viñuales, director del centro, "y sobre todo hemos superado el virus de la política". Hoy, la ikastola es un acreditado foco de enseñanza que comparte el proyecto educativo de la población con dos colegios privados en lengua castellana, con el centro público Remontival y con el instituto de la zona. En el Remontival 206 alumnos estudian el euskera como asignatura (modelo A de enseñanza), 130 lo hacen íntegramente en euskera (modelo D), y 86 siguen sus enseñanzas únicamente en castellano. En el instituto local, 206 alumnos usan sólo el castellano, 60 exclusivamente el euskera y 13, ambas lenguas.
La normativa legal no contribuye mucho a la integración idiomática. Estella es considerada como "zona mixta", pero todos los municipios que la rodean tienen la consideración legal de "zona no vascófona", con lo que cualquier aspiración social a estudiar en lengua vasca tiene un imposible cumplimiento.
Las enseñanzas profesionales tampoco permiten a los alumnos estudiar en euskera. Pese a todo, la convivencia lingüística y ciudadana es plena. "El terrorismo ha castigado menos a esta tierra", explica José María Larumbe, un vecino estellés. "Y hemos padecido menos la violencia. Eso quizá haya contribuido a que las relaciones entre unos y otros sea más habitual pese a pensar de distinta forma", añade.
La alcaldesa de Estella hace un análisis rotundo: "Puede que históricamente Estella haya estado vinculada a una cierta presencia nacionalista como lo estuvo antes al carlismo, pero la evolución social ha hecho que la inmensa mayoría de los estelleses defiendan ahora el proyecto de una Navarra como comunidad diferenciada".
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