Mora introduce el erotismo en 'Un corrent interminable'

Contó ayer el escritor Ignasi Mora (Gandia, 1952), en la presentación en la Fnac de Valencia de su último libro Un corrent interminable, finalista del Premi Josep Pla 2000, que desde hace un tiempo nota que su escritura fluye sin la influencia de autores como Thomas Berhard o Ernst Jünger que en obras precedentes le han marcado tan conscientemente. Ahora se ha librado de ataduras, o bien éstas están ocultas, lo que ha redundado en el resultado de Un corrent interminable, beneficiado también por la libertad creadora que supone escribir un dietario. De esta forma, Mora confesó que ha perdido la vergüenza y ha incorporado el erotismo -"una sutileza erótica, una perversidad inocente", en palabras de Josep Piera, escritor y jurado del premio, que presentó ayer el libro- por primera vez en su obra. En esta especie de dietario personal, el también autor de Mela y Finale juega con la ficción y la realidad, él mismo se convierte en personaje, y habla de la muerte a propósito del fallecimiento de su padre. Un corrent interminable es, además, "literatura de un paisaje", añadió Piera en referencia a la descripción de la Vall de Gallinera, lugar de residencia del autor y fuente de inspiración.