ERC, retorno a la política J. BUSQUETS / X. HERNÁNDEZ / D. SEMPERE
Muchos afiliados y simpatizantes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) hemos recibido con entusiasmo la decisión del partido de ser copartícipe de la alianza de la izquierda catalana al Senado. Somos muchos los que, en voz baja -y no tan baja-, esperábamos un acuerdo histórico que volviera a situar a ERC en su espacio natural: la izquierda. La firma del acuerdo es un hecho de una profunda significación política, ya que devuelve a ERC a la arena política, a hacer política catalana en mayúsculas.Las últimas etapas de ERC, caracterizadas por una política errática basada en un esencialismo identitario y por un aparente purismo ideológico, han llegado a su fin. Con la perspectiva de más de 25 años, desde el inicio de la transición, es fácil identificar que el papel político de ERC no ha sido otro que el de la subordinación sistemática a los intereses de Convergència i Unió (CiU) y el de satélite de este partido. Si se quiere, todo envuelto en un discurso independentista rupturista, pero, a la hora de la verdad, encadenado sistemáticamente a las necesidades más perentorias de CiU, situando a ERC como opción política residual.
Afortunadamente, la tradición republicana y el izquierdismo mayoritarios en los militantes y cuadros de ERC han vuelto a la dirección del partido. ERC ha vuelto a hablar de política y de progreso social, y ha iniciado un camino de reencuentro con su propia tradición histórica. El reto para Josep Lluís Carod Rovira será, a partir de ahora, ir materializando la ruptura con el catalanismo esencialista para volver al catalanismo abierto, de consenso y democrático.
Esquerra Republicana, que tiene una importantísima experiencia histórica que sintetiza las aportaciones del federalismo, el republicanismo, el movimiento libertario y la socialdemocracia, vuelve a sus orígenes.
Creemos que Esquerra Republicana de Catalunya tiene un espacio propio, incardinado inequívocamente en el eje de la izquierda y del soberanismo. Tenemos que construir un partido que recoja las aspiraciones del grueso de la sociedad catalana, de las amplias capas populares y medias de nuestro país y también del mundo de la cultura y de la ciencia.
Tenemos que ser capaces de integrar en Esquerra a todos los que creen que hay que continuar construyendo el Estado de bienestar, los que ven en la política el contrapeso del poder creciente de las corporaciones y del discurso exclusivo de las leyes de la economía, los que queremos trabajar para un país en el que el progreso social, el bienestar y la justicia -en definitiva, la felicidad de los ciudadanos- sean nuestra principal bandera. Tenemos que trabajar para convertirnos en un referente de los catalanistas de izquierdas del país.
Esquerra tiene que dar un paso adelante. Tenemos que dar un salto cualitativo. Tenemos que crear un partido de mayorías enclavado en la tradición de la socialdemocracia europea, que entronque los ideales del socialismo democrático con el pensamiento de la ilustración y con los valores emergentes de finales del milenio: el pensamiento feminista, el ecologismo y la cultura de la paz. ERC tiene que abrir las puertas a los federalistas de izquierda, a los nacionalistas progresistas y al mundo de la cultura y de la ciencia, que quieren un cambio progresista, republicano y catalanista para nuestro país.
Con nuestro espacio, con nuestras convicciones, no debemos temer abrirnos a la sociedad y a la gente. Tenemos que profundizar en el diálogo con las fuerzas progresistas de Cataluña y con el conjunto de la sociedad catalana. Hay que empezar a diseñar un escenario de corresponsabilidades para conseguir que las izquierdas ganen en este país, con lealtad, sin entreguismos, rehuyendo veleidades homogeneizadoras. Ahora es necesario que trabajemos para hacer posible el cambio del que tan cerca estuvimos el 17 de octubre. O digámoslo de otra manera: que empecemos a trabajar para que el cambio no sea sólo un cambio de siglas, sino el cambio que la sociedad catalana espera.
Jaume Busquets, Xavier Hernández y David Sempere son miembros de Esquerra Republicana y promotores del foro de opinión Progrés i País.
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