El "Radomir te quiero" vuelve al Calderón
Antic advierte de que no quiere que Molina saque tantos balones largos como le mandaba Ranieri
Radiante, Radomir Antic procuró que las cámaras le registraran rebozando optimismo después de un partido en el que su equipo se metió en puestos de descenso. El nuevo entrenador del Atlético llevaba una sonrisa impresa después de dos horas de emociones fuertes, vividas a pie de campo: la aclamación de la grada - "¡Radomir te quiero!"-, por un lado, y un partido que se le atravesó a su equipo de mala manera, por otra. En un discurso prudente, no quiso abundar en un análisis sobre la anterior etapa, la que encabezó Ranieri en el banquillo. Excepto en un punto: su idea de la posesión del balón. Al terminar el partido, Antic dijo que procurará que Molina ya no saque más desde portería con balones largos: "No quiero comparar el equipo anterior con el de ahora. Sólo quiero imponer a mis jugadores que tengamos más la posesión del balón. Molina ha hecho dos o tres saques largos y no quiero que insista mucho en ello. Quiero que juguemos desde atrás con intención, elaborando las jugadas desde la defensa".El nuevo entrenador pronunció un juicio positivo sobre lo que vio en el campo: "El equipo ha dado la talla, cierto es que se ha notado el cansancio, sobre todo en el centro del campo por el partido de UEFA, y ha decaído en la presión del rival. Pero me ha gustado que el equipo haya jugado con sentido, con orden, utilizando las bandas. El rival casi no tuvo oportunidades, lo que habla de que nos hemos defendido con orden".
A pesar de haber presenciado en directo cómo el Atlético se metía en puestos de descenso, Antic insistió en un mensaje optimista: "La disposición de los jugadores es buena, lo he visto en el poco tiempo que estuvimos juntos. La situación pesa pero estoy seguro de que saldremos adelante. Si observamos el partido hubo ofrecimiento, desmarque. Tuvimos poca fortuna, cuando Kiko remató y Filipescu la mandó al córner; cuando Correa falló la dejada de Hasselbaink... Creo que hemos jugado correctamente".
Antic fue recibido al grito de "¡Radomir te quiero!" por algo más de la mitad de los asistentes al estadio, unos 40.000 aficionados. Como un héroe que regresa de una guerra le aclamó el Frente Atlético, el núcleo duro de aficionados rojiblancos, desde antes de que comenzara el partido. Luego el entusiasmo de los primeros minutos se fue desvaneciendo cada vez que se evidenciaba que los jugadores que se esperaba que brillaran no lo hacían ni por arte de magia.
Ni Kiko, ni Valerón, ni Baraja dieron la talla. Pero el equipo se contagió del entusiasmo que descendía desde la grada. Una euforia que no fue suficiente para provocar una transformación en el estilo de juego, tan opaco ayer como con Ranieri. Y es que, como advirtió Aguilera, con un solo entrenamiento no basta: "En un día mucho no puede cambiar. No hay tiempo para trabajar y tenemos que asimilar las ideas cuanto antes. Lo importante es que de aquí a fin de temporada el equipo crea en el míster y que estemos todos unidos. Él tampoco ha dado muchas indicaciones porque no ha habido tiempo".
Por su parte, el técnico del Betis, Guus Hiddink, sólo apreció cambios anímicos en su rival, y se lamentó por no haber podido liquidar el partido en la primera parte: "No fue fácil jugar aquí porque el Atlético tuvo mucha moral. En líneas generales el Betis ha jugado bien; tendríamos que haber rematado la faena en la primera parte porque hemos controlado el partido. Hemos llegado con facilidad pero hemos fallado el último pase".
Antic se retiró del estadio entre abrazos de azafatas, aficionados, y empleados del Calderón. Más tarde, en El Larguero, confirmó que, -según publicó ayer Marca- antes de firmar el contrato que lo une al club hizo una llamada al director general del Atlético, Miguel Ángel Gil, para verificar la disposición de la familia Gil ante su inminente contratación. Los antiguos gestores del Atlético podrían retomar la administración del club el próximo 1 de abril -después de que el Atlético fuera intervenido por la justicia el 22 de diciembre del año pasado- y Antic quiere abonar el terreno por si en el futuro tiene que convivir con ellos. "Tuve una conversación con Miguel Ángel Gil", dijo el técnico. "Pero primero me dirigí al consejero deportivo del administrador judicial, Miguel Juane, a quien le consulté por la situación del club".
Los administradores le aseguraron -explicó Antic- que encajaba en el prototipo de entrenador pensado para el próximo proyecto del Atlético: "Hice preguntas en esa dirección y me respondieron que acumulaba esas características. A mí no me interesa entrar en los rumores de la grada, de si Rubí debe dejar el club o deben volver los Gil. Lo que más me interesa es que la gente apoye, y eso lo he comprobado hoy".
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