"ETA ahoga el discurso constructivo"
El cabeza de lista por Álava al Congreso de los Diputados, Ramón Jáuregui, sigue sobreponiéndose poco a poco al asesinato de su compañero Fernando Buesa. Secretario de Política Autonómica del PSOE y ex secretario general de los socialistas vascos, vuelve a Euskadi cada vez que puede. Se presentó en las municipales por Santa Cruz de Campezo, y ahora por Vitoria. En su opinión ETA, además de acabar con la vida de personas, está frenando la posibilidad de construir un discurso con matices en materia de pacificación.Pregunta. Como ya sucedió tras el asesinato de Casas y de Múgica, comienza otra campaña con el asesinato de un compañero.
Respuesta. Sí, otra vez el dolor y el coraje, el deseo de echarlo todo por sacar el mejor resultado como homenaje al compañero muerto. El ánimo del partido es ganar como el mejor homenaje. Fernando era el coordinador de la campaña y me ha entrado una rabia inmensa por convertir en victoria electoral, y de paso, en victoria de la paz y democracia, todas esas lágrimas y caras de afecto que vimos en la manifestación tras el cortejo fúnebre.
P. ¿Usted cree que ETA ha hecho un análisis político del asesinato?
R. Ellos están en la estratosfera de esa posibilidad. No nos equivoquemos con análisis tan sofisticados. Son una organización lunática. Viven en su propia cueva y están persuadidos de su lógica militarista. Posiblemente han apostado por un endurecimiento que provoque fractura entre nacionalistas y no nacionalistas. Han querido arrimar al PSE al PP para que la fractura vasca se ahonde, porque ETA gana con el contra peor, mejor. Pero también han ahogado la frescura de un discurso más constructivo. Hacen realmente imposible la recomendación por unas vías de aproximación al mundo nacionalista y ahogan, sobre todo, la expectativa que ellos mismos han querido abrir a favor de las vías políticas como salida. Es decir, hay un mentís rotundo, una imposición de los hierros, como dicen en su argot, frente a quienes en HB querían apostar sólo por la política. También lo han ahogado.
P. Antes se refería a la manifestación de Vitoria. ¿Cree que en Álava se ha iniciado un nuevo ciclo político?
R. En el fondo, puestos a especular, ETA castiga a la Álava plural, a la Álava no nacionalista con el asesinato de Fernando. Y esto va a significar que el nacionalismo ha perdido Álava por mucho tiempo. Cada vez que hay un asesinato ETA está echando una paletada de cemento encima de su propia tumba y de su propio futuro. Es decir, están ahogando el discurso constructivo.
P. El PSE anunció en las autonómicas que iniciaba en camino hacia la centralidad. ¿Este hecho altera ese objetivo?
R. No cuestionamos esa posición de centralidad política, como partido que permita seguir construyendo un país plural. En el terreno concreto de la pacificación, lo que ha sucedido pone en evidencia la necesidad de una rectificación profunda del nacionalismo respecto al método sobre el que ha elaborado la salida a la violencia. Ese método ha fracasado, y además a un altísimo coste.
P. ¿Y qué rectificación le exigen al PNV?
R. A partir de ahora el PNV tendrá que garantizar que no hay problema político que justifique la violencia, que no se pueden compartir fines con quienes no condenan esas acciones, y además tendrá que decir que no puede haber negociación con violencia.
P. ¿Es sensato pedir elecciones anticipadas por la situación de minoría del Gobierno y las críticas al lehendakari?
R. Vamos a esperar. Ahora hay una oportunidad para que los vascos voten. Nosotros vamos a pedirles que lo hagan por la libertad y la vida, porque la campaña ha sido truncada por un acontecimiento brutal. Estamos obligados a situar en el debate ciudadano este asunto. Pero es el lehendakari quien tiene que tomar decisiones. Si quiere seguir con HB, que lo intente. Si quiere un país plural, tendrá que cambiar y rectificar.
P. Es decir que una alianza con el PNV, aunque difícil, sigue siendo posible tras el 12-M.
R. Tras el 12 de marzo el nacionalismo tiene rectificar, porque si no se va a hundir. Pero si rectifica puede ser posible el entendimiento. Y ese camino y ese nuevo método de paz se llamará como se llame, pero habrá que buscar nuevos consensos. Ahora bien, si no hay rectificación, si se mantiene la apuesta de Arzalluz y Egibar, pues bien, que se hundan.
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