Todo es relativo

La aparición de noticias tan impactantes como la catástrofe de Mozambique o el regreso de Augusto Pinochet a Chile relativiza la importancia de las elecciones. Los informativos hacen malabarismos para, sin marginar lo secundario, dar prioridad a lo que realmente la merece. Algunos, como La Primera de TVE, actúan a piñón fijo y delegan en el Especial elecciones imágenes que merecerían figurar en los telediarios, pero que, debido a las circunstancias, son desviadas a otra franja horaria.Otros, como los informativos de Tele 5, incorporan parte de la información al seguimiento de campaña. Cuando Joaquín Almunia y José María Aznar opinan sobre Pinochet, sus declaraciones son a la vez electorales y actuales y, en un curioso contagio, se reflejan en este experimento llamado Barómetro electoral, que ilustra las noticias con encuestas y gráficas similares a las que utiliza la prensa y que convierte inenciones de votos en valores de una Bolsa regida por una visión acusadamente demoscópica de la actualidad.

En un debate, Chaves también recurrió a estas obsesivas gráficas, mientras que, en El primer café de Antena 3, Teófila Martínez comparaba las obras de Aznar y Chaves con un estilo muy parecido al de las amas de casa de los anuncios de detergentes (Mi José Mari lava más blanco).

En general, Tele 5 demuestra tener más cintura que los demás. Gracias al montaje, convierten las divergencias entre Aznar y Almunia en carne de debate e incorporan formas de descompresión como la viñeta gráfica o el fuego cruzado entre Federico Jiménez Losantos (que, rompiendo tópicos, declaró estar, en el tema de Pinochet, de acuerdo con Felipe González) y Javier Pérez Royo. Otro recurso consiste en rescatar el viejo truco de salir a la calle, esta vez bajo el epígrafe de: "¿Qué le pide usted a su Gobierno?".

Las noticias de Antena 3 (15.00), en cambio, apuestan por incorporar a la información de campaña algo más que mítines y navajeo verbal (el reportaje sobre el incremento de peticiones de voto por correo en el País Vasco para burlar la intolerancia de algunos resultó muy oportuno).

¿Y qué ocurre mientras tanto en Las noticias de la 2, de Lorenzo Milà? Pues que no se habla para nada de las elecciones, sólo fugazmente, para dar cuenta de unos comicios virtuales en Internet.

Que el informativo más joven del país pase de las elecciones debería hacernos reflexionar. ¿Lo hacen porque esta clase de información aburre o para desmarcarse del bombardeo electoral de los demás? Otra hipótesis: que los políticos que están dispuestos a cualquier cosa para controlar los telediarios hayan descubierto que cuando salen ellos baja la audiencia.