_
_
_
_

Gallastegui se abstiene de pedir a sus votantes que apoyen a uno u otro candidato a rector

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Las elecciones a rector de la universidad pública vasca empezaron siendo las más reñidas de su historia y así van a acabar. El decano de Ciencias Sociales y de la Comunicación, Manuel Montero, y el vicerrector de Euskera, Juan Ignacio Pérez, se disputan esta mañana la sucesión de Pello Salaburu. La derrotada en la primera vuelta, la catedrática de Fundamentos del Análisis Económico Mari Carmen Gallastegui, se ha abstenido de pedir el voto para alguno de ellos. El ajustado resultado de anteayer -Montero obtuvo sólo diez papeletas más que Pérez- hace el resultado impredecible.

Si anteayer era necesario que alguno de los tres candidatos lograra mayoría absoluta para convertirse en nuevo rector de la Universidad del País Vasco (UPV), a Montero y a Pérez les basta hoy con obtener en la segunda vuelta más papeletas que el adversario para logarlo. El objetivo no es, de todo modos, sencillo.Los equipos de ambos se afanaban ayer en lograr el apoyo de los claustrales que habían apostado por la candidatura encabezada por Gallastegui. Ésta prefirió no decantarse por ninguno de ellos, lo que ha obligado a ambos equipos a redoblar sus esfuerzos para hacerse con cada voto. De hecho, la candidata derrotada intuye que las 64 papeletas que logró se repartirán entre la abstención y ambos candidatos.

El decano de Ciencias de Comunicación terminó la primera vuelta con una escasa ventaja -menos de la esperada- sobre el vicerrector de Euskera: 106 votos de Montero frente a 96 de Pérez. Los equipos de ambos dedicaron cada minuto de ayer para, por teléfono o en persona, intentar convencer a los indecisos.

Diversas fuentes universitarias coincidieron en que el resultado final dependerá en buena medida de la postura que hoy adopten dos colectivos bien diferentes: los más de 20 claustrales de Medicina y de Enfermería, que apoyaron mayoritariamente a Gallastegui, y la veintena que pertenece a Ikasle Abertzaleak, cuyos votos fueron nulos. Fuentes del entorno de Pérez negaron que vaya a negociar el apoyo del sindicato estudiantil de la izquierda abertzale y aseguraron que no ha ofrecido contrapartidas por el apoyo a nadie. También descartaron que pueda haber un acuerdo entre Pérez y Montero, aunque ambos representan en cierta manera la continuidad de Salaburu.

Se da por descontado que Montero recibirá de nuevo el apoyo de CCOO y del grueso de las candidaturas independientes del alumnado y Pérez, el de STEE-EILAS, al que pertenecía hasta que se estrenó como vicerrector hace dos años.

Centenares de llamadas

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tanto pronto como concluyó el claustro de anteayer, pese a que era cerca de medianoche, las candidaturas de Pérez y de Montero comenzaron los contactos para atraer nuevos votos. Durante todo el día se cruzaron centenares de llamadas telefónicas y hubo diversos encuentros entre los candidatos, sus colaboradores y los claustrales indecisos.

Los 302 claustrales representan intereses múltiples: los del profesorado, el alumnado y el personal de administración y servicios al que representan, los de los centros a los que pertenecen y los de sus campus. Sin menospreciar las preferencias ideológicas, un asunto que aunque no ha estado en el centro del debate entre los candidatos, sí influye al depositar la papeleta.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_