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Los 'latigazos' verbales del líder de la CEOE

El "déjese de milongas, señor Almunia", que José María Cuevas espetó el martes al candidato socialista, ha sorprendido porque la memoria es frágil. Hay que remontarse a 1996, antes de que el PP llegara al Gobierno, para recordar las frases más incendiarias del patrón de patrones, que en mayo cumplirá 16 años al frente de la patronal CEOE y en junio 65 años. Este abogado madrileño -que estudió Derecho en Valladolid y está ligado a la política desde la atalaya empresarial desde 1966, año en el que entró a formar parte del gabinete técnico del sindicato vertical de Artes Gráficas- no oculta su simpatía por José María Aznar. Empezó a verle como un candidato alternativo a Felipe González en 1992 y, desde entonces, hay múltiples episodios de choque dialéctico del presidente de la CEOE con los Gobiernos socialistas. En enero de 1993 declaró que "desde que Aznar es presidente, el PP se ha recompuesto como alternativa política". Siguieron meses, hasta las elecciones de junio de 1993, en los que pidió reiteradamente la convocatoria de comicios anticipados para que los empresarios "recuperaran la confianza".

Ganó el PSOE y, en diciembre, Cuevas anunció que pretendía ser reelegido al frente de la CEOE. A principios de 1994 revalidó el cargo y siguió a la carga. En mayo, por ejemplo, cuando el último Gobierno de Felipe González aún no había cumplido un año, dijo que él detectaba una "paralización de las decisiones de las empresas" debido a "la situación de inestabilidad política". En 1995 comenzó la recuperación económica. Pero Cuevas, en marzo, mantuvo que, pese a los datos económicos, la situación política "truncaba" las "expectativas de inversores y empresas". En 1995 pidió repetidas veces elecciones anticipadas y llegó a lamentar que no pudiera convocarlas el Rey, siempre con el objetivo de "eliminar la incertidumbre".

En enero de 1996, ya en la precampaña que dio el triunfo a Aznar, el PSOE e IU, tan distantes entonces, acusaron al unísono a Cuevas de desvelar el "programa oculto" del PP. Oculto o no, Cuevas y la plana mayor de CEOE fueron invitados a La Moncloa sólo seis días después de la llegada de Aznar a su nueva residencia. E, inmediatamente, tres hombres de Cuevas, Cristóbal Montoro, José Folgado y Julio Sánchez Fierro, pasaron a ocupar secretarías de Estado: los dos primeros en Economía y Hacienda, el tercero en Trabajo. Después entraría, como secretaria de Estado de Comercio, Elena Pisonero, procedente, como Montoro, del Instituto de Estudios Económicos. El 12 de mayo fue la foto en Moncloa y dos días después Cuevas acusaba al anterior Gobierno, al del PSOE, de haber "prostituido" la protección social, de "generar corrupción" y de haber creado "un campo abonado a la venta de favores políticos".

En estos cuatro años no se han repetido aquellos latigazos verbales. En febrero de 1998, tras revalidar su quinto mandato en la CEOE, se refirió al Gobierno. Dijo que había propiciado "una economía más libre, más estable y más competitiva". Y añadió: "Ha impulsado una sociedad más parecida a aquélla en la que nosotros creemos".

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