El Valencia se topa con Toldo

El Valencia jugó con mucho arrojo en Italia, buscó siempre el partido, disparó como nunca, trenzó su juego, pero ni siquiera así pudo con la viejísima especulación italiana de la Fiore, que además contó con Toldo. Es decir, un portero excelente que salvó a su tacañísimo equipo de una goleada que hubiese sido muy merecida. Por defender, hasta Batistuta defendía en los córners que lanzaba el Valencia.Fiel a la tradición italiana, el Fiorentina se dedicó a especular y a aprovecharse del mínimo error del contrario, que siempre llega. Esta vez vino de Milla, un jugador muy seguro, que sin embargo picó en la trampa que le tendió Mijatovic y le hizo un penalti innecesario. Quizá porque Milla llegó a la acción lesionado, entró tarde y arrastró al delantero yugoslavo. Poco poco después, Milla abandonó el campo cojeando con probable rotura de menisco en la rodilla. El cambio obligó a Cúper a reestructurar su centro del campo, y el Valencia casi que salió ganando, pues Farinós aportaba más alegría al equipo desde la posición de medio centro. Si hasta esos momentos el conjunto de Trapattoni ya había especulado a mansalva, después del gol no haría prácticamente otra cosa. Por su parte, el bueno de Torricelli, un angelito, repartió estopa cuanto quiso ante la permisividad descarada del árbitro, que miraba hacia otro lado. La tarjeta le cayó al guardameta Toldo, que no jugará el próximo martes en Mestalla. Una baja relevante.

El Valencia dominó completamente el partido, pero la cosa pintaba mal para los valencianos si se tenían en cuenta los precedentes: enfrente había un equipo italiano que se defendía hasta con siete hombres. A Cúper, probablemente, le pasaría por la cabeza la final de la Recopa que perdió el año pasado ante el Lazio. El conjunto del técnico argentino, sin embargo, se armó de paciencia y elaboró las jugadas en busca de un hueco de difícil aparición. Gotearon incluso las ocasiones, pero Toldo respondió con acierto un disparo desde lejos de Ilie. Antes, Gerard impuso su poderío aéreo, ganó la posición a los defensas italianos y envió de cabeza al poste. Puesto que media Italia está pendiente de su evolución, Gerard decidió enseñarles algunos detalles de su amplio repertorio.

El balón estaba rapidísimo por la lluvia que había caído durante todo el día y la precisión parecía una quimera. Con todo, el Valencia lo intentó. El Fiorentina, no. Se conformaba con cerrarse, defenderse a capa y espada y lanzar algún contragolpe. Para ello cuenta con dos jugadores extraordinarios: el portugués Rui Costa, que tiene recorrido y visión de juego, y, por su puesto, Mijatovic, que ha perdido una punta de velocidad, pero conserva intacta la inteligencia. Ayer, además, estaba especialmente metido en el choque, como se preveía. Como en los viejos tiempos en Mestalla, Mijatovic se dejaba caer hacia corredor del 10, y desde allí armó las mejores opciones de los viola.

La hinchada de la Fiore parecía darse por satisfecha con el resultado, que le era favorable, y apenas si reprochaba el pésimo juego de su equipo. Eso sí, se sentía en el estadio Artemio Franchi una especial especial tensión con la máxima estrella del club viola, el goleador argentino Batistuta. Hace tiempo que no anda fino Batistuta y la afición le ha dado la espalda. Su aportación ayer era ciertamente mínima: se le veía pesado y escasamente estimulado. En la otra área, su compañero en el ataque de la selección de Argentina, el Piojo López, tuvo una mayor participación. Proliferó sus llegadas en compañía de Ilie sobre la meta de Toldo, pero a ambos les faltó precisión. La segunda parte prosiguió bajo los mismos parámetros, si bien el Fiorentina gozó ahora sí de claras ocasiones toda vez que el Valencia se había metido totalmente en campo contrario y había decido romper el partido. Así Batistuta cabeceó fuera en un remate en el que ni siquiera tenía delante a Cañizares, que estaba en el otro palo. El meta del Valencia volvió a jugar demasiago pegado a la línea de gol. A continuación Gerard y Angloma dibujaron un poderosísimo contragolpe que el francés no pudo culminar: otra vez paró Toldo. Cúper mandó a todo el mundo adelante y su equipo llegó con claridad y con justo. Pero se topó con Toldo.