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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Partidos

Diagnostica acertadamente el señor Puigverd en su artículo Cuando la puerta se abre (EL PAÍS, domingo 27 de febrero de 2000): algunos de los males de los partidos políticos en nuestro país son la ausencia de democracia interna y el cesarismo.El diagnóstico me parece bien, no la terapia prescrita por Antoni Puigverd. Creo que hay que promover la democracia interna en los partidos con medidas concretas que deben plasmarse, como mínimo, en sus estatutos y reglamentos. Ahí van algunas de mis propuestas: limitación en el tiempo de todos los mandatos, en las instituciones y en los cargos internos; una razonable serie de incompatibilidades que impida la concentración en una persona de poder político institucional y orgánico en el partido; perfeccionamiento de los mecanismos de elección interna, mediante las elecciones primarias, entre otros mecanismos. La aplicación de estas simples pero poderosas medidas desfosilizaría por dentro a los partidos, los revitalizaría y desatascaría su principal, aunque no única, conexión natural con su medio social: la afiliación.

La renuncia a curar a los partidos e intentar contrapesarlos con otras organizaciones más laxas nos lleva, paradójicamente, a una agudización del mal denunciado por el señor Puigverd: el liderismo. En Cataluña, la plataforma política ahora asociada al PSC debe su nacimiento al deseo de apoyar políticamente a una persona concreta y no a otra, que constituye su principal elemento aglutinador. Creo, así, que alguna puerta hay que abrir, pero no la propuesta por el señor Antoni Puigverd.- Rafael Travieso Romero. Terrassa.

Aznar

Aznar parece preparado para combatir a "esa cosa" tan antinatural, según él, como es el pacto electoral entre los progresistas de este país. Ahora, señor Aznar, tiene la oportunidad de demostrar al país que su oferta electoral responde a un programa bien construido y viable. ¿Por qué rechaza entonces un debate con el candidato de ese pactillo, como dice usted? ¿No cree que el señor Almunia también merece una oportunidad? Vaya a la tele, señor Aznar, y demuéstrenos lo que vale. ¿Acaso teme defraudar a la audiencia?- Miguel Escobar. Barcelona.

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