La Audiencia decide juzgar por asociación ilícita a miembros del grupo neonazi Bastión
Ricardo Guerra, acusado del homicidio del seguidor de la Real Sociedad Aitor Zabaleta, y 10 de sus amigos serán juzgados en Madrid por asociación ilícita, según un auto dictado ayer por la Audiencia de Madrid. Es la primera vez en España que un grupo de jóvenes supuestamente neonazis acaba en el banquillo bajo la imputación de asociación ilícita, uno de los delitos novedosos que recoge el Código Penal de 1995. El Movimiento contra la Intolerancia se congratuló ayer de la decisión y opinó que se trata una clara advertencia para los grupos neonazis violentos.
Ricardo Guerra se someterá por tanto a dos juicios, uno con jurado popular que empieza mañana sólo contra él, por el homicidio de Aitor Zabaleta, y a otro, que se celebrará más adelante y en el que estará acompañado en el banquillo por sus diez amigos de Bastión, el grupúsculo del Frente Atlético al que se atribuye el plan para matar a un seguidor de la Real Sociedad. La Audiencia estima que hay indicios que apuntan a que los 11 acusados formaban parte de una organización que "aprovechaba los partidos de fútbol para desplegar conductas violentas".La muerte del seguidor de la Real Sociedad Aitor Zabaleta se produjo a las puertas del Vicente Calderón el 8 de diciembre de 1998, momentos antes del partido que enfrentó ese día al Atlético con el conjunto donostiarra. Por este homicidio, el fiscal solicita para Ricardo Guerra una condena de 19 años de cárcel, mientras que la defensa reclama la absolución por falta de pruebas incriminatorias.
Esteban Ibarra, portavoz del Movimiento contra la Intolerancia, personado en el sumario como acusación particular, se felicitó ayer por la decisión de la Sección Cuarta de la Audiencia, que preside Pilar Oliván, y recordó que este fallo judicial es el resultado de un recurso interpuesto por su asociación. "Por primera vez en España", destacó Ibarra, "un tribunal ha decidido sentar en el banquillo por asociación ilícita a un grupo neonazi. Esto supone una advertencia y un primer paso para actuar por la vía penal contra los grupos de cabezas rapadas organizados que actúan en nuestro país".
Con su decisión de sentar a Guerra y sus amigos en el banquillo por delitos de desórdenes y asociación ilícita, la Audiencia da un vuelco al sumario. Antes de esta decisión, la juez instructora del caso, Rosario Esteban, había desglosado en dos partes las diligencias y decretado la celebración de dos juicios: uno contra Guerra solo (el que comienza mañana y con jurado popular), y otro contra Guerra y sus diez amigos de Bastión, pero en este segundo caso sólo por desórdenes públicos y no por asociación ilícita.
La juez, con apoyo de la Fiscalía de Madrid y contra el criterio de las acusaciones particulares, entendió que no había indicios de que Guerra y sus amigos hubiesen constituido "una asociación ilícita" para delinquir y atacar a personas por sus ideas.
Al añadir al delito de desórdenes públicos el de asociación ilícita, la Audiencia prácticamente asume el enjuiciamiento del segundo sumario. Es decir, Guerra y sus amigos ya no serán enjuiciados en un juzgado penal, sino muy probablemente en la Audiencia, dado que las penas que suman ambos delitos rebasan los cinco años de cárcel, lo que escapa de la competencia de los juzgados penales, según explica el portavoz del Movimiento contra la Intolerancia.
La Fiscalía de Madrid pide una condena de tres años de prisión para todos y cada uno de los procesados y otro año más para cada uno de los acusados de resistencia.
El Movimiento contra la Intolerancia pedirá penas de hasta seis años -tres años por cada delito- para los miembros de Bastión, según avanzó ayer Esteban Ibarra. Además, solicita un año más de prisión y 12 de inhabilitación para el supuesto fundador de Bastión, Miguel Ángel Marcos Bueno, conocido como El Tocho; y que los 11 acusados no vuelvan a pisar un estadio de fútbol ni la ciudad de San Sebastián durante cinco años.
Tribus urbanas
Los 11 acusados son Ricardo Guerra, Carlos Alfonso de Bedoya, Ignacio Racionero, Miguel Ángel Marcos Bueno, Pablo Román Ruiz, José Ismael Blázquez, Jorge Mallea Ferro, Alexis Sekulitis, José Luis López Sánchez, Juan Ignacio Calderón e Israel Gonzalo Canabal.
El fiscal y la acción popular les acusan de haberse puesto de acuerdo para "alterar la paz pública", "acosando", "amenazando", "insultando" y "agrediendo" a aficionados del equipo donostiarra. "Todos los acusados eran pertenecientes o simpatizantes del grupo radical de aficionados Bastión 1903, caracterizado por su comportamiento violento en los estadios de fútbol, con concomitancias con grupos o tribus urbanas skin head y de ideología neonazi", afirma el escrito del fiscal.
Por su parte, el escrito de acusación del Movimiento contra la Intolerancia explica que Bastión estaba formado por miembros escindidos del Frente Atlético y que estaba vinculado ideológicamente con la organización ilegal Bases Autónomas. Añade que Bastión se distingue por su "marcado carácter racista y xenófobo", "su ideología nacionalsocialista", y "la especial violencia y radicalidad de sus miembros".
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