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Entrevista:MARÍA JOSÉ DÍAZMÉDICOS SIN FRONTERAS

"Debemos aportar los valores de otros pueblos y no contar sólo calamidades"

Hace 14 años, María José Díaz renunció a una vida cómoda y segura para irse de voluntaria a Médicos sin Fronteras (MSF). Entonces la creyeron una aventurera. Ahora, la respetan. Se lo ha ganado a pulso. Esta matrona malagueña creó MSF Andalucía, ha trabajado en las principales catástrofes humanitarias y lleva más de un año como coordinadora de proyectos en Mozambique. Pregunta. Ha renunciado a una vida normal ¿Qué tiene a cambio?

Respuesta. Un montón de sensaciones, de experiencias, un acúmulo de riqueza que no te la da un coche, ni la ropa de última moda. He aprendido a comprender la vida de otra manera y me siento orgullosa de haber sabido salir de la vorágine, de los síes y noes que he tenido que decir para sentirme libre de equipaje.

P. ¿Ha sentido miedo?

R. Sí, cuando he tenido los tanques frente a mí, cuando dormíamos vestidos de negro para que si teníamos que salir corriendo a medianoche no nos vieran. Pero hay cosas más duras. Por ejemplo, llegas a un lugar, trabajas, te integras, acabas el proyecto y te vas. Sabes que siempre es transitorio, aunque te encariñes con la gente...

P. ¿Cómo se siente aquí?

R. Echo de menos las dificultades que allí tengo que subsanar día a día; me falta la luz, el verde... pero me gusta la sensación de pasar junto a un escaparate y no sentirme atraída por nada. Aquí la gente tiene cosas que no valora y otras que no son necesarias. Yo valoro muchísimo una ducha caliente... Lo que no me gusta de aquí es la superficialidad de las relaciones humanas. Aquí puedes pasear durante días y nadie te va a decir que tienes cara de preocupada. Como si fueras un fantasma... Falta calor humano. Eso también es parte de nuestra responsabilidad: no contar sólo las calamidades, sino aportar otros valores a esta sociedad. De todos modos, la gente está más concienciada que hace unos años. La respuesta es mayor cuando aparecen los muertos en televisión, estaría mejor si fuera siempre, pero no hay indiferencia.

P. ¿Vuestro trabajo puede llevar a que los gobiernos locales hagan dejación de funciones?

R. Pueden correr la tentación de relajarse, pero no hacemos paternalismo ni trabajo sustitutorio. No somos Papá Noel. Si lo hiciéramos, sería un error, causaríamos más daño que beneficio, porque al irnos dejaríamos a la población en peor situación. Por eso intentamos crear un compromiso con el ministerio de cada país. No se trata de poner sueros, sino de enseñar; aquello de no dar el pescado, sino de enseñar a pescar.

P. ¿Se utiliza la cooperación para las relaciones exteriores y comerciales?

R. ¿La instrumentalización política de la ayuda humanitaria? Sí, la financiación oficial está relacionada con los intereses que el país que aporta el dinero tenga en la zona. Hay países que no venden y por tanto no reciben ayudas.

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