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Almunia renuncia al 'cara a cara' con Aznar para forzarle a aceptar un debate televisado

Anabel Díez

El candidato socialista a La Moncloa, Joaquín Almunia, pretende que el presidente del Gobierno, José María Aznar, se quede sin argumentos para rechazar un debate en televisión. Almunia renuncia a su petición de mantener un cara a cara con Aznar y le pide que señale él mismo quiénes quiere que le acompañen. "Me da igual, con dos, con tres, con cuatro o con cinco", dijo, "siempre que haya un debate, porque es la exigencia democrática de millones de ciudadanos". Almunia se comprometió además a "parar los pies" a las empresas de trabajo temporal que "cometen abusos permanentes".

Si Almunia llega al Gobierno, en tres meses estará modificada la regulación de las ETT "para impedir los abusos que cometen en la contratación y en las condiciones de trabajo que sufren los trabajadores contratados a través de ellas", proclamó el líder socialista entre los aplausos de los militantes asturianos, que escucharon y asintieron complacidos todas las referencias a la unidad de la izquierda y, singularmente, al pacto con IU. En este feudo socialista Almunia tuvo una acogida calurosa, sobre todo al destacar que había elegido esta comunidad para comenzar la campaña porque desde Asturias "empezará el cambio del Gobierno de España". Otros oradores hablaron sin ambages de "la reconquista para un gobierno socialista y de izquierdas".

Después de exponer medidas sobre empleo, el líder del PSOE reivindicó el derecho democrático de los ciudadanos a asistir a un debate televisado. La novedad estuvo en que, a pesar de considerar conveniente que fuera entre él y Aznar por cuanto que son los únicos candidatos posibles a ocupar el Gobierno, añadió que "estaría encantado" de que se sumara al debate el candidato de IU, Francisco Frutos. Almunia interpretó que tampoco esa fórmula ahora le parece bien a Aznar: "Que nos diga con quiénes quiere estar acompañado, con Pujol, con otros socios, otros amigos, con tres, cuatro o cinco, los que quiera".

Pero, si en los días previos a la campaña Almunia insistió en la crítica a los directivos de Telefónica por sus opciones sobre acciones, ayer él y todos los candidatos socialistas decidieron explotar al máximo esta cuestión. La casualidad de que la campaña electoral haya empezado el día en el que se traducirá en pesetas los miles de millones que cobrarán los directivos de la compañía que preside Juan Villalonga les sirvió para arremeter con dureza contra "los amigos de Aznar".

"Se ha consumado el atraco", afirmó el número uno al Congreso por Asturias, Luis Martínez Noval. En esta misma línea insistieron la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso; el presidente asturiano, Vicente Álvarez Areces; y la presidenta de Nueva Izquierda, Cristina Almeida.

Los asturianos acogieron con especial afecto a Almeida, que presumió de haber sido una pionera, junto con Álvarez Areces, en trabajar por la unidad de la izquierda, "eso que Aznar llama la cosa". "La cosa va a traer un gobierno de progreso para España y todos los ciudadanos saben que no hay razones para el miedo tal y como pretende transmitir el señor Aznar", agregó. Almunia tomó el testigo de Almeida para hablar de su pacto con IU y recordar a los asturianos que todos los votos tienen que traducirse en escaños.

En su discurso, el líder socialista contrapuso siempre las políticas de derechas y las que él ejecutará si llega al Gobierno, con la premisa de que las iniciativas del PP benefician sólo a una minoría.

Por la mañana, el líder socialista visitó el mercado del madrileño barrio de Usera, un distrito del sur de la capital poco afin al PSOE, informa Soledad Alcaide. Allí se interesó por la situación de los comerciantes en una de las escasas cooperativas de la capital donde los trabajadores de los establecimientos son los dueños de los puestos.

El candidato socialista a La Moncloa respondió a un grupo de mujeres que le expresaron su preocupación por las pensiones que, con los 80.000 millones que recibirán los ejecutivos de Telefónica con el plan de opciones sobre acciones, "hay dinero más que suficiente para subir las pensiones mínimas de viudedad y jubilación".

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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