Propuestas oportunistas

Los momentos electorales y las coyunturas parlamentarias son determinantes para airear algunas iniciativas políticas. Incluso puede ocurrir que propuestas prácticamente calcadas sean hechas por opciones políticas contrapuestas, pero en momentos diferentes. Eso ha ocurrido a propósito del modelo de control y gestión de Barcelona Televisió (BTV). En diciembre del año pasado, Ernest Maragall, regidor y presidente del Consejo de Administración de Información y Comunicación de Barcelona (ICB) -del que depende BTV-, propuso modificar el sistema de nombramiento del director de BTV y la creación de una comisión de control. Se trataba de que el pleno municipal, por consenso o por mayoría cualificada, eligiera a los miembros que integrarían la comisión cuyas responsabilidades serían el control y seguimiento de los contenidos de la cadena.Siguiendo con esa propuesta, serían los miembros de esa comisión quienes propondrían el nombre del director general. Maragall aclaró que con esa fórmula se evitaría cualquier sombra de sospecha sobre la dependencia del director de BTV respecto al alcalde, que es quien finalmente lo nombra. O dicho de otra manera: se evitaría la intervención política del Ayuntamiento en Barcelona Televisió. El regidor anunció que esa propuesta sería planteada a los grupos de la oposición municipal para que dieran su opinión: "Su puesta en práctica concreta dependerá de la actitud que tengan. Por lo tanto, el pleno lo debatirá cuando pueda", dijo entonces Maragall.

El edil socialista hizo pública esa propuesta al calor del debate que se producía por esas fechas en el Parlament a propósito de la reforma de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV). El PSC, ERC e IC apretaron al Gobierno de Jordi Pujol para romper el modelo vigente, por el cual, era el Consell Executiu el que nombraba y cesaba directamente al presidente del CCRTV. Por ello, la iniciativa de Maragall respecto a BTV fue calificada de "oportunista" por el grupo de CiU y el Partido Popular. Pero sobre el fondo de la cuestión no dijeron nada.

Pues bien, meses después, concretamente ayer, los términos se invirtieron. El convergente Joaquim Molins, jefe de la oposición en el Ayuntamiento, explicó a los medios de comunicación una propuesta para modificar el nombramiento del director de BTV y el funcionamiento de la cadena prácticamente idéntica a la que hace unos meses puso sobre la mesa Ernest Maragall. Aunque con algún matiz distinto, es igual en lo esencial, y consiste en que el director del medio sea nombrado por consenso de las fuerzas con representación en el consistorio y que se cree una comisión de control. Es más, Molins también dijo que someterá la iniciativa de CiU a los otros grupos.

La respuesta del gobierno municipal no se hizo esperar: "Creo que están aceptando nuestra propuesta, por tanto, me alegro", dijo Ernest Maragall, que no ocultó su sorpresa por la forma que eligió Molins para exponer su punto de vista: "Es una respuesta un poco peculiar, debe de ser efecto de la campaña electoral". Así pues, ayer era el PSC el que veía cierto "oportunismo" en las declaraciones de Molins, que por otra parte se han producido inmediatamente después de que el Consell Executiu nombrara al nuevo director de la CCRTV, Miquel Puig, previo consenso de las fuerzas políticas representadas en ese organismo,"lo que no ocurre todavía en BTV", subrayó Molins.