El Mallorca gana en el último suspiro con un gol de Diego Tristán
MALLORCA 1-CELTA 0El Mallorca volvió a ganar un partido en el último suspiro, y van unos cuanto, y de nuevo con su gran estrella, Diego Tristán, como protagonista estelar. El Celta ya daba por bueno el empate a cero y los jugadores miraban al túnel de vestuario, sabedores quizá, como reconoció su técnicoVíctor Fernández al final del choque de un hecho que durante 90 minutos resultó evidente en Son Moix: que el Calta no estaba capacitado para marcar gol alguno.El que sí lo estuvo, como también es costumbre, Diego Tristán que apareció cuando pocos confiaban en ello para escaparse con la pelota controlada, driblar a Pinto y poner punto final al conflicto. La magia del gaditano, máximo goleador del Mallorca con 12 tantos, nació por un error del rival, de Mazinho, concretamente, un futbolista que lleva tiempo viviendo en sospecha por su conedición física.
Mallorca: Leo Franco, Olaizola, Nadal, Siviero, Miquel Soler; Armando (Novo, m
80), Engonga, Francisco Soler, Stankovic (Carreras, m. 73); Serrizuela (Eto'o, m. 65); y Diego Tristán.Celta: Pinto, Makelele, Sergio, Cáceres, Djorovic, Velasco; Karpin (Mazinho, m.87), Celades, Mostovoi, Gustavo López (Tomás, m. 80); y Hoogendorp (Belmadi, m. 73). Gol: 1-0. M.92: Diego Tristán dribla al portero Pinto y marca a puerta vacía en la última jugada del partido. Árbitro: José J.Losantos Omar. Amonestó a Diego Tristán, por el Mallorca, y Karpin, Mostovoi y Tomás por el Celta. Unos 18.400 espectadores en el estadio Son Moix. Antes del partido, el Mallorca entregó las insignias de oro del club a Lauren y Eto'o por ganar con la selección de Camerún la Copa de África. Después de caer lesionado hace tres meses, tiempo durante el que se ha perdido 11 partidos, Stankovic volvió al equipo mallorquín.
Un fallo del veterano centrocampista brasileño permitió al camerunés Samuel Eto'o, que ayer debutó en la filas isleñas tras ser cedido por el Real Madrid, aunque no pudo hacerlo antes por su participación en la Copa de África, controlar un balón en el centro del campo. Miró hacia adelante y vio a Diego Tristán desmarcado. Recibió éste con comodidad, corrió, regateó a Pinto y marcó a puerta vacía. El delirio fue total en Son Moix y el mismo grupo de aficionados que habían abucheado a Diego poco antes, le acabó tributando una ovación inolvidable.
Al Celta se le quedó la cara de tonto, algo inevitable en estos casos. Había realizado un gran trabajo en todas las zonas del campo, e incluso tuvo sus oportunidades. Pero pagó muy caro el despiste de Mazinho. Víctor Fernández defendió con ardor al jugador brasileño en los vestuarios y consideró "inadmisible" que le preguntaran por qué le había hecho jugar en los últimos minutos. "En sus 14 años de profesional habrá cometido muchos errores, y sería injusto recordarle por lo que ocurrió esta tarde", dijo Fernández.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.