Denuncia de torturas "indescriptibles" en los campos de detención de Chechenia
La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) difundió ayer nuevas acusaciones sobre casos de torturas calificados de "indescriptibles" contra civiles chechenos y pidió el "fin inmediato" de los abusos y el desarrollo de una investigación independiente. Los portavoces del Gobierno ruso, por su parte, niegan categóricamente que los soldados federales o cualquiera de sus tropas hayan torturado o ejecutado a civiles, pero cada día son más los testimonios que indican todo lo contrario.
El fin de la guerra "está a la vuelta de la esquina", aseguró ayer Valeri Manílov, vicejefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas. Las tropas rusas, según Manílov, "controlan todos los movimientos" de los separatistas. El general calcula que unos 7.000 guerrilleros aún oponen resistencia, concentrados en las montañas del sur de Chechenia.Ante la avalancha de denuncias de malos tratos contra la población civil, Manílov dijo que estaba dispuesto a acceder a la petición de HRW de visitar la república norcaucásica rebelde. El Ministerio de Defensa "ayudará al máximo a esa organización de derechos humanos en su inspección de la situación en Chechenia", señaló, agregando que los informes que maneja HRW "se basan en rumores y están lejos de la realidad".
Manílov dijo que los militares también pueden colaborar con la organización rusa de derechos humanos Memorial.
Vladímir Kalámanov, flamante representante del Kremlin para velar por los derechos humanos en Chechenia, confesó sentir "un optimismo con reservas" sobre lo que ocurre dentro de los campos de internamiento de prisioneros, llamados de filtración por los rusos. "Es necesario reforzar el componente humano de la política en Chechenia, crear las condiciones para el ejercicio de los derechos constitucionales de los ciudadanos", señaló Kalámanov, quien subrayó que es necesario "generar comprensión mutua" con las organizaciones de derechos humanos.
Las declaraciones tranquilizadoras de Manílov y Kalamánov coincidieron con nuevas y alarmantes denuncias recogidas por HWR. Se trata de los testimonios, difundidos ayer, de tres hombres que pasaron por el campo de filtración de Chernokózovo y hace poco fueron puestos en libertad. Interrogados por separado por HRW, los tres hombres -de 21, 24 y 38 años- relataron los abusos a que fueron sometidos por los rusos: desde palizas regulares hasta intoxicaciones con gas. Los detenidos denunciaron violaciones tanto de mujeres como de hombres y aseguraron que los rusos se quedaban con todo lo que tenía valor: monederos, relojes, incluso ropa.
Rusia abrió ayer un caso criminal por "rebelión armada" contra el presidente independentista Aslán Masjádov. El artículo 279 del Código Penal ruso castiga ese delito con penas de 12 a 20 años de cárcel. Muchos políticos consideran un error la instrucción del caso, ya que opinan que con Masjádov se podía negociar en esta etapa final de la guerra.
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