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Euroinvest

Corría el año 1989, cuando tras el éxito obtenido en la primera semana sobre mercados financieros, celebrada en Valencia del 28 de noviembre al 2 de diciembre del año anterior, se tuvo la feliz idea de organizar la feria del dinero, Euroinvest, anticipándose a la moneda única, a las posibilidades actuales de conexión vía red, y a la celebración reciente del mismo certamen en Madrid.En el comité organizador se trabajaba con mucha ilusión y escasos medios, para preparar un importante programa de actos. El Conseller de Economía, Antonio Birlanga, brindó su apoyo, Aurelio Martínez llegó a formar parte del citado comité, e incluso el Ministerio de Economía estaba a la expectativa de tan avanzada iniciativa. Así, Apolonio Ruiz Ligero, Secretario de Estado de Comercio, y Manuel Conthe, Director General del Tesoro Público y Política Financiera, asistieron a las jornadas que se celebraron.

También el premio Nobel de economía de 1988, Maurice Allais, o el Director General de Presupuestos del Gobierno Federal de EE UU, David Stockman, visitaron la feria y participaron en diversos actos. Incluso lo hizo el senador y candidato a la presidencia americana Cary Hart.

En definitiva, el posicionamiento de Valencia como plaza financiera, se iba consolidando, conforme se iban realizando actividades de estas características.

Al mismo tiempo el sector inmobiliario también planteaba una iniciativa análoga, la celebración, pionera en España, de un certamen similar al de Cannes, el Salón de Inversiones Inmobiliarias del Mediterráneo (SIM), por el que tanto trabajó Manuel Dolz, y que posteriormente Barcelona reeditaría con idéntico contenido.

Incluso al siguiente año, se planteó la realización de la feria española de la franquicia (SIF), también en Valencia, donde apenas había empresas franquiciadoras, y basándose fundamentalmente en el propio conocimiento ferial.

Los años transcurridos han hecho ver lo acertado del planteamiento, y recientemente la franquicia cumplió, con éxito, la décima edición de su celebración, que en el caso de las ferias de inversión se interrumpió, entre otras razones, por la crisis de los años 92-94, sin que por ello dejaran de organizarse paralelamente otras actividades.

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Las dificultades organizativas y escasez de presupuesto, hubo que compensarlas mediante la distribución de costes, gracias a la celebración conjunta de los certámenes, contando con la colaboración de los responsables ejecutivos de los mismos, y con gran capacidad de imaginación por parte del valioso equipo directivo de la feria.

Así, junto a Francisco Trullenque, la persona que alentó la idea, movió los medios de comunicación, la planteó al presidente de la institución ferial, Ramón Cerdá, negoció con la Conselleria, escribió artículos, convocó a las entidades e instituciones financieras, y patrocinó ante el Ministerio, con el aval de su propio prestigio, la atrevida iniciativa, fue José Ramón Cano.

Personalmente, hacía muchos años que lo conocía, y siempre tuve de él muchas cosas que aprender, pero nunca como en esta ocasión lo pude ver emplear tantas energías, aún a costa de su propia vida personal y familiar, en favor del interés colectivo de la profesión, del mercado mobiliario, y de su ciudad.

Sucede que en ocasiones se pasan por alto estos esfuerzos que hacen camino en la consecución posterior de numerosos logros, una vez superadas las crisis, como son, entre otros, diversos de los hoy alcanzados, con éxito, por la Bolsa de Valencia o la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros, algunos de los cuales estaban implícitos en la labor iniciada, hace ya diez años, por aquel comité organizador, y la gestión personal de José Ramón Cano.

Por eso ahora, cuando no podemos con él celebrarlo, al menos que este lejano recuerdo permita que sus esfuerzos se vean reconocidos como agradecimiento a quienes más lamentan hoy su ausencia, su familia y amigos.

Alejandro Mañes es gerente de la Fundaciò General de la Universidad de Valencia.

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